Fran Rivera ha roto su silencio y ha hablado con profunda emoción sobre un tema que le ha dejado «destrozado» y «sin palabras». El torero, conocido no solo por su carrera en los ruedos sino también por su profunda devoción hacia la Semana Santa de Sevilla, enfrenta un momento de desilusión tras la decisión de la Hermandad de la Esperanza de Triana de negar su petición de despedirse como costalero del Cristo de las Tres Caídas. Esta negativa, basada en las normas internas de la cofradía, ha generado una gran controversia y ha desatado el desconcierto del diestro, quien no ha dudado en expresar su tristeza públicamente.
1Fran Rivera ha roto su silencio
Desde hace años, Fran Rivera ha formado parte activa de la Hermandad de la Esperanza de Triana, una de las más emblemáticas de Sevilla, como costalero del paso del Cristo de las Tres Caídas. Esta tradición, profundamente arraigada en su vida y su fe, se ha visto truncada debido a una norma que estipula que los costaleros deben retirarse al cumplir los 50 años. Para Rivera, sin embargo, la situación es especialmente dolorosa porque su última oportunidad de portar al Cristo en la procesión se vio frustrada por la lluvia, lo que llevó a él y a otros compañeros costaleros a solicitar una excepción a la Junta de Gobierno: una prórroga de un año para poder despedirse como costaleros.
En su reciente intervención en el programa Y ahora Sonsoles, Fran explicó el alcance de su decepción al recibir la negativa de la Hermandad. «Estamos destrozados todos. No entendemos nada. No entendemos cómo en una Hermandad, por muchas normas que haya, tiene que primar el amor. No nos han dejado despedirnos siendo costaleros de nuestro Cristo. Estoy destrozado», declaraba con una evidente carga emocional. Según el torero, no se trata de una simple cuestión reglamentaria, sino de sentimientos profundos que conectan con su fe y su identidad. «Es un tema meramente de sentimientos de los que creemos y tenemos mucha fe», insistió.
Fran también recordó que existen precedentes en los que se hicieron excepciones para costaleros que no pudieron despedirse en su momento debido a circunstancias imprevistas. En 2011, según relató, algunos costaleros afectados por la lluvia recibieron permiso para participar al año siguiente. Durante la pandemia de COVID-19, también se permitió una prórroga debido a la suspensión de las procesiones. Estas experiencias previas han aumentado el desconcierto del torero, quien no comprende por qué en esta ocasión no se ha permitido una excepción similar. «No quiero pensar que es algo personal», expresó, aunque no descartó la posibilidad de que su candidatura fallida a las elecciones de la Junta de Gobierno de la Hermandad pueda haber influido en la decisión.