La Dirección General de Tráfico (DGT) ajusta periódicamente sus normas de seguridad vial y control con el objetivo de adaptarse a las necesidades de una movilidad más segura y eficiente. Estos cambios responden a avances tecnológicos, nuevas investigaciones y patrones de comportamiento en carretera. Actualizan límites de velocidad, regulaciones para vehículos eléctricos o normas de convivencia entre ciclistas, peatones y conductores. Además, refuerzan controles mediante dispositivos como radares inteligentes o campañas de concienciación. Esta evolución constante busca reducir accidentes y salvar vidas, promoviendo una cultura vial más responsable y acorde a los desafíos de los tiempos modernos. Y ahora la Dirección ha cambiado algo muy importante en los radares que te contamos a continuación.
1La función de los radares
Los radares desempeñan un papel clave en la seguridad vial, al monitorizar y controlar la velocidad de los vehículos en las carreteras. Su función principal es disuadir el exceso de velocidad, una de las principales causas de accidentes. Estos dispositivos, instalados en puntos estratégicos, detectan automáticamente cuando un vehículo supera el límite establecido, generando sanciones que buscan fomentar el respeto a las normas de tráfico. Además, contribuyen a la recolección de datos sobre patrones de circulación, útiles para planificar mejoras en la infraestructura vial. Al actuar como medida preventiva, los radares ayudan a salvar vidas y reducir la siniestralidad.