Alcampo se encuentra en un momento complicado en el que los consumidores están exponiendo a la cadena de distribución francesa por exponer en sus establecimientos grandes carteles con descuentos que son ‘falsos’ y que, además, de generar confusión entre los consumidores provoca indignación y un enfado general.
En este contexto, los descuentos y la marca blanca son dos de las herramientas clave que ayudan a que las diferentes cadenas de distribución se desmarquen de sus competidores. Además, los descuentos y los bajos precios actualmente ayudan a los supermercados a crecer no solo en ventas y en ingresos, sino en volumen, siendo esto mucho más importante ya con los altos precios las cadenas de distribución habían perdido volumen de ventas.
Sin ir más lejos, cada vez son más los clientes que acuden a más de un supermercado para ir observando y comprando los productos con mayores descuentos. En este caso, Alcampo está perdiendo su reputación y los consumidores están empezando a dejar de realizar sus compras tras sentirse ‘estafados’ por una serie de promociones que realmente no existen.
LOS DESCUENTOS FANTASMA DE ALCAMPO
Actualmente, los supermercados cada vez más se exponen más a las críticas y valoraciones de los clientes, pero el problema es que los consumidores se fijan a día de hoy mucho más en cuánto valor tiene ese descuento y promoción, y es donde se están dando cuenta del ‘poco’ esfuerzo de la cadena francesa.
Alcampo lleva varios meses realizando una estrategia que no le hace ‘nada bien’. La cadena francesa ha apostado por colocar grandes carteles en sus establecimientos captando la atención al cliente. En dichos carteles se puede observar los descuentos que están realizando tachando el precio anterior, y poniendo en rojo y grande el precio al que queda ese producto.
LOS DESCUENTOS DE ALCAMPO PUEDEN TERMINAR LA RELACIÓN CON SUS CLIENTES
No obstante, los carteles que ha ido colocando Alcampo en sus establecimientos han cumplido el objetivo de ser vistos por el cliente. Sin embargo, los consumidores se han ido fijando y dandose cuenta que en dichos carteles los descuentos no existen. Un claro ejemplo es el brik de 1 litro de zumo de piña de la marca Don Simon que anteriormente tenía un precio de 1,19 euros, y el precio actual con la oferta es de 1,35 euros. Es decir, una oferta que no beneficia al cliente y que lo confunde.
«¿Se puede saber donde está la oferta?»; «No aciertan una con el precio por unidad/litro/kg y hay que ir siempre haciendo cuentas»; «Alcampo con sus ofertas inigualables»; «Me encantan las oferta de viernes en Alcampo, con esta promoción ponme un palet entero que me lo llevo todo». Estas son algunas de las reacciones de los consumidores ante la sensación de ‘estafa’ y de estar siendo engañados por la cadena de distribución francesa cuando se trata de descuentos y promociones.
Además, no solo están realizando ofertas que le salen más caras al consumidor, sino que están realizando unos descuentos fantasma que no hay ninguna diferencia entre el precio anterior y el precio actual. Un claro ejemplo de esta situación es la promoción que está realizando Alcampo denominada ‘el ahorro está en el precio’, donde las palomitas antes tenían un precio de 1,49, y ahora con la promoción de la cadena francesa cuestan 1,49 euros, es decir, una oferta ‘inexistente’ y que deja al supermercado francés en una frágil posición.
Cuando los supermercados ven que están perdiendo fuerza y además sumándole la crisis inflacionaria, es normal que quieran llevar a cabo estrategias que llamen la atención del cliente. No obstante, Alcampo debe tomar una serie de promociones y descuentos más agresivos y que no enfaden a unos clientes que son quienes le generan las ventas a la cadena de distribución vasca.
LA OCU Y EL CONTROL DE LOS DESCUENTOS
Precios gancho, ofertas de corto plazo, falsas liquidaciones… Los límites entre la publicidad engañosa y la simple exageración son difusos. En el ámbito de los descuentos, la OCU realiza un seguimiento exhaustivo de los precios de diversos productos, monitorizando su evolución a lo largo del tiempo. Un seguimiento que permite a la OCU detectar prácticas comerciales fraudulentas, como la inflación artificial de precios antes del periodo de rebajas, para simular un descuento posterior.
Desde la OCU señalan que, «no debemos permitir prácticas de este tipo, que inducen a error al consumidor», es decir, una práctica que lleva a Alcampo a enfrentarse no solo contra los consumidores, también contra asociaciones que velan por garantizar el bienestar del cliente. En este sentido, si el anuncio no se ajusta a la realidad, el cliente puede denunciar el incumplimiento de contrato y pedir indemnización. Primero recurriendo al Sistema Arbitral de Consumo y, si la empresa no se somete a su decisión, llegando a los tribunales.
En este contexto, las críticas de los clientes de Alcampo se multiplican en redes sociales y foros de consumidores, donde se denuncia la poca transparencia y el escaso valor real de las ofertas y promociones de la cadena francesa. Una situación que debe gestionar adecuadamente para que no siga dañando la reputación del supermercado y afectar así de manera directa e indirecta la fidelización de sus clientes.