Las elecciones en Estados Unidos se presentan como un factor clave que podría influir en la implementación de la normativa bancaria Basilea III, con repercusiones a nivel mundial. El Banco de España ha alertado sobre la incertidumbre que generan estos comicios y su potencial impacto en la estabilidad financiera internacional. La homogeneidad en la aplicación de la regulación es crucial para evitar futuras crisis, como las vividas en marzo de 2023.
La incertidumbre regulatoria en Estados Unidos
El director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, Ángel Estrada, ha subrayado la importancia de las elecciones estadounidenses en el contexto financiero, especialmente en lo relativo a la aplicación de Basilea III. Inicialmente, Estados Unidos planteó una propuesta más estricta que la del propio Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, pero las presiones del sector financiero obligaron a reconsiderarla.
Esta falta de claridad regulatoria genera incertidumbre en el sistema financiero internacional. La aplicación homogénea de Basilea III es fundamental para garantizar la estabilidad del sector y evitar desequilibrios que puedan desencadenar nuevas crisis. La experiencia de marzo de 2023, con el colapso de varias entidades bancarias en Estados Unidos y Europa, demuestra la importancia de una regulación sólida y coordinada a nivel global.
El Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España, publicado en otoño, incide en la necesidad de una aplicación coherente de Basilea III. El documento advierte que la propuesta inicial de Estados Unidos, aunque más estricta que los estándares de Basilea, finalmente se ha revisado. El recargo macroprudencial de capital para las entidades de importancia sistémica mundial está siendo objeto de debate, y se espera una nueva propuesta de la Reserva Federal que podría suavizar los requisitos iniciales.
Implicaciones globales y fragmentación económica
Las elecciones en Estados Unidos no solo afectan a la regulación bancaria interna, sino que también tienen implicaciones geopolíticas de gran calado. La orientación de las políticas estadounidenses, especialmente en materia comercial, influye en la economía global. El Banco de España destaca la incertidumbre sobre las relaciones comerciales con otras potencias, particularmente con China. Un deterioro de estas relaciones podría acelerar la fragmentación de la economía mundial, con consecuencias negativas para el crecimiento y la estabilidad financiera.
El proteccionismo y las tensiones comerciales pueden generar distorsiones en los mercados, afectando a las cadenas de suministro y al comercio internacional. La incertidumbre política dificulta la toma de decisiones de inversión y frena el crecimiento económico. Además, la falta de coordinación internacional en la regulación financiera puede crear arbitraje regulatorio, permitiendo a algunas entidades operar en jurisdicciones con normas más laxas, lo que aumenta el riesgo sistémico.