El programa ‘Más de uno’ de Onda Cero se ha volcado en la cobertura de las dramáticas consecuencias del paso de la DANA por Valencia. Carlos Alsina fue ayer el único locutor de la radio comercial que estuvo presente en la Comunidad Valenciana.
Por contra, Àngels Barceló (Cadena SER) y Carlos Herrera (Cadena COPE) se encuentran desplazados a los Estados Unidos para cubrir el desarrollo de las elecciones presidenciales que enfrentan a Kamala Harris y Donald Trump.
Alsina lleva en Valencia desde el pasado viernes y tiene intención de continuar esta semana detallando la situación del Levante. Junto a la estrella de Onda Cero solo se encuentra un competidor en las mañanas radiofónicas, Josep Cuní de Radio Nacional de España.
Más bajo es el perfil del Grupo Prisa, que mantiene para este 8 de noviembre la celebración en Barcelona del galardón Los 40 Music Awards. Esta decisión podría estar motivada por las más de 16.000 entradas de entre 51 y 102 euros que han vendido del evento.
«¿DÓNDE SI NO?»
«Estamos en Valencia, ¿dónde si no?», abrió Alsina. Que continuó: «Desde ese lugar emitimos hoy este programa. Les invitamos a escuchar cómo es la vida corriente cuando la normalidad se resquebraja. Cuando la normalidad es atropellada, destruida, por una riada nunca antes vista. Y nunca antes sufrida. Les invitamos a escuchar cómo se vive sin electricidad, sin agua corriente, sin internet, sin medios de transporte. Cómo se vive sin poder utilizar la cocina, o el baño de casa, teniendo las paredes empapadas, los muebles de madera hinchados y la calle, hasta arriba de barro».
«Cómo se vive cuando hay que ir caminando a todas partes, en ocasiones varios kilómetros, habiendo perdido los coches, sin tiendas abiertas a la vista y habiendo perdido la esperanza de que la pesadilla pasará pronto. Cómo se vive habiendo perdido la esperanza de que la pesadilla pasará pronto Usted que me escucha desde cualquier otro lugar de España, incluido el centro de Valencia -a un tiro de piedra de esta orilla sur, al otro lado de la carretera de circunvalación-, usted que quizá estuvo anoche celebrando el Halloween con los críos, o se prepara ahora para honrar a sus difuntos en el cementerio, usted no se habrá preguntado -yo tampoco lo había hecho hasta ayer- como es ver morir a alguien (en un instante) y tener que convivir tres días con su cadáver dentro de casa -perdón por la crudeza, pero ya les digo que aquí nada es normal-. Personas conviviendo con los restos mortales de sus familiares». siguió.
Alsina explicó que el alcalde de Alfafar les heló «el alma a todos cuando contó que hay personas aquí conviviendo con los restos mortales de familiares que aún no han sido llevados al instituto anatómico (en rigor, a la Feria de Valencia, habilitada como morgue porque se nos quedó pequeña la Ciudad de la Justicia)».
«Luego hemos sabido que no es la única localidad donde esto pasa. Que en Paiporta, a un paso de aquí, tres mujeres a la puerta de la casa de un hombre, aguardaban la llegada del equipo forense que ha de levantar el cuerpo del padre de una de ellas. Velando en la calle. Y esperando al forense que no llega», aseguró el locutor.
«FALTAN MANOS»
Alsina afirmó desde Paiporta que «hay municipios, como Alfafar, cuyos vecinos se duelen de no haber visto aún patear sus calles un uniforme. Ni un bombero. Ni un policía. Ni un soldado. Se duelen por la desgracia que les ha tocado, la DANA, y por la amargura creciente de sentirse ignorados. Todos entienden que ante una tragedia excepcional, es comprensible que la confusión reine en las primeras horas, que la urgencia obligue a quienes gobiernan a establecer prioridades, y que los puentes caídos, el barro acumulado, las calles impracticables justifiquen que haya que esperar a que los servicios básicos puedan ir restableciéndose».
«Aquí todo el que tiene una pala la está usando. Quien tiene un cubo, lo usa. Quien tiene un tractor, lo saca. Quien tiene agua, la comparte. Pero faltan manos. Faltan manos y no se ha visto aún maquinaria pesada. Ni a un militar. Ni a un enviado de la administración que venga a proveer de productos básicos», remató.