Paz Padilla atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida tras la inesperada muerte de su hermano Luis, conocido cariñosamente como “el Trompeta” en su amada Zahara de los Atunes. Han pasado poco más de diez días desde que la actriz recibiera la devastadora noticia, justo cuando se encontraba en medio de su trabajo en Tarragona. Al enterarse de la pérdida, no dudó en abandonar sus compromisos profesionales para viajar a Cádiz y despedirse de su hermano, un trayecto que hizo completamente desolada.
1Un golpe muy duro
Desde Cádiz, Paz ha decidido enviar un comunicado en sus redes sociales, donde ha expresado el profundo dolor que siente en estos momentos. La humorista ha acompañado su mensaje de un vídeo que muestra una fuerte tormenta sobre la ciudad, comparando su tristeza con el estado del tiempo. “No me puedo dejar arrastrar por la tristeza, pero mi corazón llora como Cádiz hoy”, comienza diciendo. Sus palabras reflejan la mezcla de fortaleza y tristeza que intenta sobrellevar: “Sé que tengo que recordar con amor, que tengo que empujar mi gran molino, pero la vida de nuevo me clavó las uñas y cada vez lo hace más profundo”, escribe, dejando claro que, aunque su espíritu se mantiene firme, el dolor de la pérdida no es menor.
Paz conoce bien el camino de la despedida, pues en los últimos años también perdió a su madre y a su esposo. En su mensaje, la actriz habla con claridad sobre el proceso que le espera y cómo pretende apoyarse en el amor y los recuerdos compartidos con su hermano. “Sé por dónde tengo que transitar, agarrarme a su amor, a los 55 años que pasamos juntos de felicidad y buenos momentos”, confiesa en su comunicado. A pesar de su habitual sentido del humor, Paz asegura que esta tristeza no implica que amara menos a su hermano. Al contrario, insiste en que su risa es un homenaje a la alegría que su hermano representaba en su vida, igual que su madre, doña Lola. “Muchos pensáis que porque me río no lo amaba, pero os aseguro que él era alegría, como doña Lola, nuestra gran fuente de sabiduría”, añade, recordando la fortaleza que su madre le enseñó y que ahora intenta aplicar en esta situación.
En homenaje a su hermano, Paz ha hecho algo muy significativo: se ha tatuado una trompeta en su muñeca, un símbolo que llevará siempre consigo como recuerdo. Este gesto no es solo un homenaje, sino un modo de mantener presente el vínculo especial que la unía a él. Luis, un trompetista conocido y querido en Zahara de los Atunes, era una figura esencial en la vida de la actriz. La decisión de tatuarse fue motivada, en parte, por el vacío que siente al saber que ya no podrá compartir más momentos con él. Paz acompaña su mensaje con una pregunta recurrente que recibe estos días: “¿Cómo estás?” Su respuesta, sincera y breve, refleja el dolor que todavía la acompaña: “Regular, gracias a Dios. Te quiero”, concluye, dejando ver que aún le cuesta afrontar esta despedida.