La noche del pasado 29 de octubre, Isabel Preysler, conocida en los medios como la «reina de corazones», vivió un momento especial y significativo en la Real Casa de Correos, en Madrid, al ser galardonada con el premio ‘Mujer Hoy 2024’. La gala, de carácter exclusivo y llena de figuras reconocidas, rindió homenaje a una de las mujeres más icónicas de España, que a lo largo de décadas ha sido una constante en la prensa y en la vida social del país. La elegancia y presencia de Isabel han dejado una huella en la sociedad española, y su rol en la vida pública y privada ha generado tanto admiración como críticas. Pero este galardón, según ella misma expresó, es algo que no se esperaba y que la hizo sentir especialmente honrada.
1La verdad sobre Isabel Preysler
Acompañada de sus hijas, Tamara Falcó y Ana Boyer, y de sus yernos, Íñigo Onieva y Fernando Verdasco, Isabel Preysler subió al escenario para recibir el premio entre aplausos y miradas de admiración. Vestida de manera impecable y con la elegancia que la caracteriza, la socialité agradeció el reconocimiento con unas palabras de humildad. “Muchísimas gracias por el premio; para mí es un honor que consideréis que me lo merezco. Las verdaderas mujeres merecedoras de este reconocimiento son todas esas mujeres desconocidas que, a lo largo de estos últimos 25 años, han procurado con gran esfuerzo hacer de este país un lugar mejor«, comenzó diciendo, generando empatía y respeto en la audiencia. Isabel ha sido siempre consciente del papel de las mujeres que no tienen visibilidad, y quiso poner el foco en ellas como las auténticas protagonistas de los cambios sociales que han tenido lugar en España en las últimas décadas.
Aunque siempre ha sido reservada y poco dada a los discursos públicos, Isabel sorprendió al hacer una declaración inesperada, dejando entrever la posibilidad de retirarse definitivamente de la vida pública. Entre risas y en tono de broma, confesó que había comentado con un amigo la posibilidad de que estos premios sean un indicativo de que «se está haciendo mayor» y que, quizás, «está llegando el momento de retirarse. Con una sonrisa, añadió: «Creo que está llegando el momento en que empiece a retirarme y os deje a mis niñas, que son mucho más graciosas y divertidas que yo. Y ya no os quiero ni contar cómo son mis nietos». Estas palabras, aunque dichas en tono ligero, dieron lugar a especulaciones sobre un posible retiro, algo que sus seguidores y la prensa llevan tiempo cuestionándose.
Para Isabel Preysler, el rol de sus hijas, Tamara Falcó y Ana Boyer, ha sido fundamental. Ambas han seguido caminos distintos, pero comparten la influencia de su madre en sus respectivas vidas. Tamara Falcó, con su particular carisma y espontaneidad, ha sido una figura que ha capturado la atención del público y de los medios, ganándose su espacio en el mundo del entretenimiento y de la sociedad española. Por su parte, Ana Boyer, con un perfil más discreto y una vida orientada al ámbito profesional y familiar, también ha sabido labrar su propio camino sin dejar de lado el legado familiar. Ambas representan, en cierto sentido, una continuación de la influencia de Isabel, pero desde sus propias perspectivas y estilos de vida.