martes, 22 octubre 2024

El precio de la vivienda en Valencia ‘sorpasa’ al de los tiempos de la burbuja española

La multitudinaria manifestación celebrada de este domingo en Valencia en contra del desaforado crecimiento del precio de la vivienda desembocó en unas acampadas que, indudablemente, tienen ecos del 15M.

El precio de la vivienda en la tierra de las flores, de la luz y del amor se elevó en septiembre de 2024 hasta los 2.706 euros por metro cuadrado. Esta cantidad más que duplica al precio que tenía hace 10 años, 1.348 euros, y supera a los 2.388 que alcanzó cuando estuvo a punto de estallar la burbuja global (y española), en febrero de 2008.

La manifestación convocada bajo el lema ‘València s’ofega’ (en recuerdo a la riada que cambió la ciudad para siempre en 1957), y en la que se gritaron lemas como «Ser casero no es una profesión», arrancó en Torres de Serrano y finalizó en la plaza del Ayuntamiento.

María Alandes, una de las portavoces del colectivo València no està en venda, afirmó en la Cadena SER que «están cargándose Valencia. Están vendiendo toda la ciudad a fondos especuladores y queremos una ciudad para su vecindario (…) Nos están expulsando de la ciudad. La gente se tiene que ir a vivir a los pueblos cercanos, donde también está subiendo el precio de la vivienda».

El president de la Generalitat Carlos Mazón ha mostrado su habilidad al no caer en la arrogancia del PP valenciano de hace uno años y ha evitado caer en las críticas a los miles de manifestantes que llenaron Valencia (y a las decenas que han acampado frente a la casa consistorial).

«Vamos a poner en marcha más de 2.200 viviendas en un año para los ciudadanos de la Comunitat Valenciana que más lo necesitan, profundizando en nuestro compromiso firme de seguir avanzando en la legislatura de la vivienda. En noviembre saldrán a licitación los primeros suelos para la construcción de inmuebles en el marco del Plan Vive con los que se van a construir más de 1.000 viviendas», asegura.

«. Además, hemos colaborado con la iniciativa privada, ayuntamientos o entidades financieras para sumar esfuerzos», añade.

El jefe del Consell dice que seguirán «trabajando con rigor, seriedad y firmeza frente a la pasividad del Gobierno central o la inoperancia mostrada por el Botànic que creó 0 viviendas públicas en 8 años».

‘VALENCIANA’

Se calcula que en la ciudad de Valencia existen más de 50.000 viviendas vacías y el mercado del alquiler está copado en parte por ciudadanos del norte de Europa que quieren vivir su jubilación en la monumental ciudad mediterránea.

valenciana Merca2.es
Cartel de ‘Valenciana’.

Algunos de los problemas que arrastra la ciudad del Turia en materia del ladrillo están originados en los horteras años noventa, en los que el Partido Popular accedió al poder de la mano del recientemente condenado Eduardo Zaplana.

Aquellos años de desenfreno, fiesta, telebasura, corrupción y fin de la Ruta del Bakalao fueron retratados en obras como la película ‘El reino’ de Rodrigo Sorogoyen y en series como ‘Crematorio’ o la extraordinaria ficción de Atresplayer ‘La ruta’.

En unos pocas salas acaba de estrenarse una extraordinaria película independiente, ‘Valenciana’, que parodia al ‘zaplanismo’ al hablar de un exalcalde corrupto que llega a la presidencia de la Comunidad Valenciana y enchufa a su jefa de prensa como directora de la televisión autonómica, Canal 9.

El film rodado en valenciano es un mosaico en el que se entremezclan Alcàsser, Terra Mítica, una parodia de María Consuelo Reyna (entonces mandamás del diario Las Provincias), las novedosas drogas de diseño, el agro valenciano y hasta una soberbia escena en la que el trasunto de Zaplana canta por Nino Bravo en un karaoke de Moscú.

‘Valenciana’ es la adaptación cinematográfica de Jordi Núñez de la obra homónima de Jordi Casanovas, que fue nominado a mejor dirección de escena en los Premios Max de 2020 por ella. El film funciona como un tríptico de la Valencia de los años 90.

SINOPSIS DE ‘VALENCIANA’

Tres jóvenes amigas periodistas tratan de encontrar su lugar en una España en constante cambio, la España del progreso y las Olimpiadas. A pesar de su ilusión por formar parte de la nueva modernidad renovadora, las tres protagonistas descubrirán a la fuerza la parte oculta y más oscura del nuevo mundo que el progreso les ofrece.

Mientras Valèria (Àngela Cervantes) debe superar su adicción a las nuevas drogas; Ana (Tània Fortea) tendrá que aceptar trabajar en programas de nueva y truculenta telerrealidad; y Encarna (Conchi Espejo) entrará a formar parte de un agresivo equipo de comunicación de partido. Esta nueva situación pone a prueba su integridad, su dignidad y sus criterios éticos, mientras intentan salvar su amistad.


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