David Broncano ha aparcado su cordialidad dialéctica respecto a su combate televisivo contra ‘El Hormiguero 3.0’ y ha destapado su verdadero pensamiento respecto a su adversario en las noches televisivas, Pablo Motos.
El presentador del programa ‘La Revuelta’ de La 1 de TVE ha cometido el pecado que políticos, cantantes y actores cometen cuando salen de España o hablan con medios extranjeros: pensar que el eco de sus declaraciones no alcanzará la península ibérica.
Estos patinazos los cometieron anteriormente Juan Carlos de Borbón (que contaba en Estados Unidos lo que no se atrevía ni sugerir en la España del tardofranquismo), Felipe González (que se exhibía al otro lado del charco en plena caída de su Gobierno por crímenes de Estado y corrupción) o recientemente el entrenador del Valladolid Club de Fútbol, Paulo Pezzolano, que deslizó en una radio uruguaya que la ciudad pucelana era racista.
David Broncano, relajado y respaldado por los buenos datos de su show, ha metido la pata en el diario británico The Times al propagar una fake news que dice que Pablo Motos y ‘El Hormiguero 3.0’ fueron los primeros en alimentar la teoría del fichaje político.
«Ellos fueron los primeros que dijeron, en directo, que Pedro Sánchez me ponía en TVE. Están contribuyendo a polarizar la cuestión. La gente que piensa que Sánchez me puso ahí no sabe si alguna vez le he votado», dice la estrella de RTVE.
FALSO POR 35 DÍAS
Broncano yerra al culpar a Motos, que comentó el 4 de abril de 2024 el fichaje del equipo de ‘La Resistencia’ de Movistar Plus+ por TVE. 35 días antes, el 28 de febrero de 2024, Informalia fue la que destapó el asunto. «Pedro Sánchez quiere a David Broncano en TVE después del Telediario para desactivar a Pablo Motos», desveló el suplemento rosa y televisivo de El Economista.
Días después El Mundo se atribuyó la información, sin citar a Informalia. Y varios medios iniciaron una cruenta campaña contra el fichaje a cuenta de algunas críticas legítimas (el excesivo blindaje del contrato, la reducción del ‘Telediario 2’ y el papel al menos cómplice del Gobierno), y muchos excesos (ni el nuevo programa no iba a hablar de política, ni era lo caro que decían dentro del contexto televisivo, ni era un fracaso de audiencia en Movistar Plus+).
El martes 26 de marzo, en plenas negociaciones para fichar a Broncano pese a las reticencias de la presidenta Elena Sánchez por firmarle 3 años en vez de los 2 que finalmente se llegaron a rubricar, los principales medios españoles ponen el foco en RTVE por el cese del número 2 de la Corporación pública, el negociador del fichaje José Pablo López, y la destitución seguida la propia Elena Sánchez (víctima de La Moncloa, que estaba molesta con sus zancadillas a la operación).
No fue hasta el jueves de la semana siguiente, el 4 de abril, cuando ‘El Hormiguero 3.0’ aborda el fichaje que se ejecutaría el día 10 de abril gracias al voto de calidad de la nueva presidenta transicional de RTVE, Concepción Cascajosa.
Medios tan dudosamente ‘antiBroncano’ como El País ya habían hablado del tema desde el día 26 de marzo, tal y como hicieron decenas de medios en centenares de textos. Y otros como El Mundo ya apuntaban en la misma fecha el cariz político de la operación.
Estos artículos prueban que ni mucho menos la polémica del fichaje de Broncano y la relación de la misma con La Moncloa fue obra de ‘El Hormiguero 3.0’, que en su tertulia de actualidad del jueves 4 de abril simplemente se limitó a comentar la mediática noticia.
Fueron otros medios los que, involuntariamente, regalaron una campaña promocional a Broncano, tal y como ha comentado el propio presentador (víctima y disfrutador de la misma).
THE TIMES Y BRONCANO
Dice The Times que «los programas de entrevistas televisivas son el nuevo frente en la batalla de las ‘dos Españas’. Los presentadores compiten por los espectadores en medio de la última guerra cultural en una nación polarizada».
«Fue difícil cuando todo esto empezó: la guerra cultural ha llevado a la gente a extremos brutales y sin escrúpulos», lamenta Broncano en declaraciones al diario británico. The Times asegura que en el programa «carnavalesco» de RTVE no hay ni rastro de política, y subraya que las tertulias de Motos se han convertido en debates «antiSánchez».
CRISTINA PARDO Y JUAN DEL VAL
‘El Hormiguero 3.0’ del 4 de abril de 2024 se limitó a realizar comentarios sobre asuntos que se habían visto en prensa. Cristina Pardo fue la que introdujo la polémica sobre el fichaje. «Parece ser que en Moncloa querían poner un programa en TVE que le hiciera la competencia a ‘El Hormiguero’, entonces parece ser que Moncloa había decidido que Broncano era un buen candidato. El problema es que Moncloa quiera acabar con Pablo Motos. En Moncloa esas cosas no se tienen que decidir», aseguró.
Pablo Motos reconocía que era «incómodo hablar de un tema en el que estás implicado aunque no quieras» y decía que «bienvenida sea la competencia». «A mí lo que me sabe mal son los trabajadores de RTVE, que deben estar viendo cómo están ridiculizando el prestigio de una cadena extraordinaria con profesionales extraordinarios y con mucho prestigio y mucho equilibrio. Entonces creo que no se merecen este juego de estar en todas las tertulias», añadía el presentador.
La intervención más controvertida del debate fue la del polémico Juan del Val. «No creo que el problema en absoluto sea Broncano. Es un profesional y voy a hacer un programa si realmente le contratan. El problema es que Moncloa quiera acabar con Pablo Motos. Es algo que nos haría pensar el nivel democrático que tenemos en este momento porque me parece que en Moncloa esas cosas no se tienen que decidir. Se tienen que decidir muchísimas más que el hacer una maniobra con un contrato con unas condiciones no vistas hasta ahora simplemente para hacerle daño a este programa», aseguró.
El contertulio remataba: «El problema es que estamos hablando de que Moncloa interviene para hacerle daño a este programa, no para contratar a otra persona que eso es fenomenal y fantástico, sino para hacerle daño a este programa».