Bárbara Rey vuelve a estar en el centro de la polémica tras la reciente filtración de varios audios comprometidos entre ella y el rey emérito, Juan Carlos I. Las revelaciones de estas grabaciones no solo han sacudido a la opinión pública y a la Casa Real, sino que ahora también podrían tener consecuencias legales para Bárbara Rey. Según información revelada por el periodista Alejandro Entrambasaguas, un sindicato ha decidido tomar medidas y denunciarla por un presunto delito de revelación de secretos.
1Un posible delito con graves consecuencias legales
La semana pasada, en el programa televisivo Fiesta, se profundizó en las posibles implicaciones legales para Bárbara Rey, especialmente en lo que respecta al delito de revelación de secretos. La denuncia ha sido presentada por el sindicato Manos Limpias, conocido por su activismo en temas judiciales y su papel en denuncias de alto perfil. Este presunto delito contempla penas de hasta tres años de prisión, una situación que podría poner a la vedette en serios apuros legales.
Lo interesante de este caso es que, según los expertos consultados en el plató del programa, aunque un posible chantaje de Bárbara Rey hacia Juan Carlos I ya habría prescrito, el delito de revelación de secretos no lo ha hecho. Esto se debe a que la filtración de los audios, que es el centro de la controversia, ha salido a la luz recientemente, lo que hace que los plazos legales sigan vigentes. De acuerdo con la normativa vigente, grabar y revelar conversaciones privadas sin el consentimiento de las partes involucradas es una violación seria de la ley, y este es el eje en torno al cual gira la denuncia presentada contra Bárbara.
Uno de los elementos más debatidos en el programa Fiesta fue la cuestión de quién y por qué se realizaron las grabaciones de estas conversaciones privadas entre Bárbara Rey y el rey emérito. Alejandro Entrambasaguas destacó que, si bien lo que Juan Carlos I pudo haber dicho en estas conversaciones puede ser criticable desde el punto de vista ético, la clave legal está en quién hizo las grabaciones sin su consentimiento y con qué finalidad.
El periodista planteó preguntas cruciales: «¿Bárbara Rey ha explicado por qué ha grabado estas conversaciones?», cuestionaba Entrambasaguas, sugiriendo que la falta de justificación clara podría ser un elemento clave en la acusación de revelación de secretos. Además, añadió que grabar a alguien sin su consentimiento es, en sí mismo, un acto que la ley castiga severamente, y en este caso, la difusión pública de esos audios ha llevado la situación a un nuevo nivel de gravedad.
A pesar de la gravedad del asunto, según la información proporcionada por Entrambasaguas, Juan Carlos I ha decidido no emprender acciones legales contra Bárbara Rey, al menos por el momento. El rey emérito, según el periodista, no parece sorprendido por la filtración de los audios. «Me han dicho que no descartaba que estos audios acabaran saliendo», explicó Entrambasaguas, sugiriendo que el monarca era consciente de que estas grabaciones podrían ver la luz en algún momento.
Sin embargo, esta postura no implica que Bárbara Rey esté libre de problemas legales, ya que la denuncia presentada por el sindicato Manos Limpias sigue su curso y podría llevarla ante la justicia. La acusación se centra en que la revelación de los audios, al haberse producido recientemente, constituye un delito en curso y, por lo tanto, puede ser perseguido legalmente. Este hecho añade una nueva dimensión al caso y podría complicar aún más la situación para la vedette.
Otro aspecto relevante que se discutió en Fiesta fue el supuesto chantaje que habría ejercido Bárbara Rey hacia Juan Carlos I. Según Luis Rollán, colaborador del programa, este chantaje se habría producido a través de dos vías principales. La primera, en relación con una petición de la vedette para que se le ofreciera un puesto en TVE, algo que, según Rollán, podría interpretarse como «una forma de recibir dinero en especie».
El periodista Entrambasaguas también mencionó que este presunto chantaje ha sido señalado por el exjefe del servicio de inteligencia, quien habría estado al tanto de estas maniobras. Sin embargo, es importante destacar que cualquier acción relacionada con un posible chantaje ya habría prescrito, por lo que no puede ser objeto de persecución legal en este momento. Lo que realmente está en juego es el acto reciente de revelar los audios privados, un hecho que todavía tiene consecuencias legales vigentes.