sábado, 23 noviembre 2024

Luces, cámara, acción y energía. El festival de Sitges renueva sus energías

El cine consigue hacer arte con la luz. Y una buena iluminación va más allá de la correcta presentación de una escena: la luz tiene su propio lenguaje, crea una atmósfera u otra y despierta sensaciones diferentes en el espectador. Bien lo saben los directores del cine de terror: con unas sombras sugieren el peligro, crean desasosiego, aceleran el pulso de quien está en la sala en penumbra. A veces es justo al revés, exponen el horror a plena luz del día como sucede en ¿Quién puede matar a un niño? de Chicho Ibáñez Serrador, o The Innocents de Eskil Vogt. “La inocencia infantil conjuga con escenarios plenamente iluminados”, recuerda Mònica Garcia Massagué, directora general de la Fundación Sitges Festival Internacional de Cine de Catalunya.

El de Sitges es uno de los grandes festivales de cine fantástico del mundo. A lo largo de sus 57 ediciones se han dejado ver en él actores míticos del género como Anthony Perkins o Christopher Lee y se han proyectado cintas tan conocidas como La Cosa, Pesadilla en Elm Street o La Mosca. En la edición de este año, que se celebra hasta el día 13, estarán presentes en las calles de la localidad directores tan importantes como Steven Soderbergh o Nacho Vigalondo, y se proyectarán títulos como La sustancia, cinta que viene de escandalizar en Cannes por su apuesta por el body horror.

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Como veterano del cine de terror, el festival también coquetea con las luces en sus presentaciones, con escenografías que crean atmósfera incluso antes de entrar en la sala. Sus colores oficiales son el negro de la oscuridad y el rojo de la sangre, recuerda Mònica García, que afirma rotunda que “el festival de cine no se limita a proyectar películas, sino que lleva a cabo una puesta en escena, un ritual histórico que sirve para la máxima promoción de todos los títulos que selecciona”.

Una escenografía que en esta edición cuenta con la energía renovable como aliada. Porque si durante siglos fueron velas y antorchas las que creaban juegos de sombras fantásticas, en 2024 es la energía renovable la encargada de iluminar el festival. Repsol se une a esta 57 edición aportando soluciones multienergéticas. El evento cuenta con un punto de recarga eléctrica para la flota de vehículos eléctricos y enchufables en la estación de servicio de Sant Pere, y el escenario del King Kong area, así como el photocall Mirador, funcionan con energía solar. Además, los food trucks cuentan con grupos electrógenos que funcionan con combustibles 100% renovables, y también los coches que trasladan a invitados utilizan combustible producido a partir de residuos orgánicos como aceite de cocina usado. Y todos los asistentes podrán pagar por sus entradas, comida o merchandising de manera rápida y sencilla con la app de Waylet.

La directora de la Fundación recuerda que el festival está comprometido con la reducción de emisiones y la compensación de su huella de carbono tal y como lo tienen recogido en su plan We Are Legend, “Como novedad este año quien asista al festival se encontrará con unos extraterrestres que “vienen desde el futuro para celebrar nuestros buenos hábitos y para que ‘cuidemos’ del planeta que quieren venir a conquistar; una propuesta divertida para sumar a nuestra audiencia en este compromiso”. Y es que, en el cine cabe todo, la magia del séptimo arte da cobijo a cualquier cosa que pueda imaginarse… e iluminarse.


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