El último año ha sido especialmente complicado para Antonio Tejado, sobrino de la reconocida cantante María del Monte. Tras salir de prisión en mayo y quedar en libertad provisional, Tejado sigue en el centro de la tormenta mediática y judicial que lo rodea. Enfrentándose a graves acusaciones, entre ellas ser el presunto autor intelectual del robo en casa de su tía y su pareja, Inmaculada Casal, el verano pasado, su situación parece haberse vuelto más complicada con el paso del tiempo.
1Un mensaje contundente
A la espera de sentarse en el banquillo para declarar, Tejado está obligado a cumplir con estrictas medidas cautelares. Una de ellas es acudir cada dos semanas a los juzgados de Sevilla para firmar ante el juez, un trámite que se ha convertido en un verdadero calvario para él.
Este 7 de octubre, Antonio Tejado acudió nuevamente a los juzgados, pero lo que más llamó la atención fue su llamativa camiseta, que portaba un mensaje que no ha pasado desapercibido: “I live for myself and I answer to nobody” («Vivo para mí y no respondo ante nadie»), una célebre frase de Steve McQueen. La elección de este mensaje parece ser una declaración de intenciones por parte de Tejado, quien, a pesar de tener que cumplir con sus obligaciones judiciales, parece querer transmitir que no tiene que rendir cuentas a nadie en su vida personal.
Con el rostro apagado y el semblante serio, Tejado evitó hacer declaraciones a los medios allí presentes, dejando que su camiseta hablara por él. Su mensaje refleja el difícil momento personal que está viviendo y su aparente distanciamiento de la presión pública que lo rodea.
Desde su salida de prisión, Tejado ha mantenido un perfil bajo y ha intentado retomar una vida normal, aunque no ha sido fácil. Según la colaboradora Anabel Gil, quien ha seguido de cerca la situación de Antonio desde el programa de Antena 3, Espejo Público, el excolaborador de televisión está atravesando uno de los momentos más difíciles de su vida. La presión mediática y judicial, así como las tensiones familiares, han hecho mella en su salud mental, lo que lo ha llevado a acudir a terapia para tratar las «varias patologías» que le han sido diagnosticadas.
Gil explicó que Tejado ha abandonado temporalmente Sevilla, su ciudad natal, buscando tranquilidad y escapar de la constante atención mediática. Sin embargo, las visitas quincenales a los juzgados son un recordatorio constante de su complicada situación. Según la colaboradora, cada vez que Tejado cumple con esta obligación, vive un gran malestar, llegando incluso a vomitar tras enfrentarse a las cámaras y medios de comunicación.