Recientemente, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) emitió una alerta sobre la comercialización de frutos secos caramelizados recubiertos de chocolate de la marca Pancracio, incorrectamente etiquetados. La seguridad alimentaria es una de las principales preocupaciones en la sociedad actual, especialmente para aquellos que padecen alergias alimentarias.
Esta situación pone de relieve la importancia de la regulación y el control en la industria alimentaria, así como la necesidad de una comunicación clara y efectiva sobre los productos que pueden representar un riesgo para ciertos consumidores. El 27 de septiembre de 2024, AESAN advirtió específicamente a las personas con alergia a los frutos secos sobre el peligro asociado con estos productos debido a la posible presencia de alérgenos no declarados en el etiquetado.
ALERTA Y DETALLES DEL PRODUCTO AFECTADO
La notificación de alerta fue posible gracias al Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), que permitió a las autoridades de la Comunidad Valenciana identificar un error en el etiquetado de los frutos secos caramelizados. Dicha mezcla de envases entre distintos tipos de frutos secos puede resultar en la exposición involuntaria a alérgenos, algo que las personas con alergia a los frutos secos deben evitar a toda costa.
Entre los productos implicados se encuentran las almendras caramelizadas, avellanas caramelizadas y pistachos caramelizados, todos de la marca Pancracio, cada uno con lotes específicos que se han puesto bajo observación. AESAN ha destacado que el consumo de estos productos no representa un riesgo para la población en general, lo que indica que las advertencias están específicamente dirigidas a aquellos con alergias a los frutos secos.
MEDIDAS PREVENTIVAS PARA EVITAR COMPLICACIONES
Frente a esta situación, AESAN ha recomendado a las personas con alergia a los frutos secos que revisen sus hogares para determinar si tienen en su posesión algún producto de las referencias mencionadas. La prudencia es clave, y abstenerse de consumir estos productos es la acción más segura que pueden tomar.
Además, se hace un llamado a los comercios y distribuidores para que se aseguren de retirar inmediatamente estos artículos de sus estanterías, protegiendo así al consumidor. El caso de los frutos secos mal etiquetados no es solo un incidente aislado, sino un recordatorio de la importancia de la transparencia en la industria alimentaria.
Los consumidores deben permanecer atentos y bien informados sobre los productos que adquieren, mientras que las empresas y autoridades deben reforzar los protocolos de seguridad y etiquetado para prevenir situaciones similares en el futuro. La seguridad alimentaria es responsabilidad de todos y debe ser una prioridad en la agenda pública y empresarial.