En numerosas organizaciones, prevalece una «ilusión de igualdad» que da la falsa impresión de equidad y respeto, mientras el acoso sexual que sufren las trabajadoras permanece oculto. Esta situación solo sale a la luz cuando se implementan encuestas anónimas, revelando la magnitud del problema y evidenciando la urgente necesidad de reformas para garantizar un ambiente laboral seguro y justo para todos.
Esta ha sido solo una de las conclusiones que la presidenta ejecutiva de la Asociación de Amistad Hispano-Francesa Mujeres Avenir, Rebeca Ávila, ha destacado a la finalización del evento “acoso en el mundo laboral: una mirada cruzada entre Francia y España”, que se ha celebrado este miércoles en la sede de la Escuela de Negocios ESCP Business School.
Este encuentro se ha centrado en abordar el acoso laboral, una problemática que continúa afectando de manera desproporcionada a las mujeres en distintos sectores y niveles profesionales.
Desde Mujeres Avenir, se considera imprescindible crear un espacio de diálogo y reflexión sobre esta cuestión, con el objetivo de generar conciencia y movilizar esfuerzos hacia soluciones más efectivas. Isabelle Boix, miembro de la Junta Directiva de Mujeres Avenir y CEO de Madridem, ha recordado como hace 23 sufrió acoso laboral por desear ser madre, y aunque la justicia le dio la razón, a ella, como a miles de mujeres, siguen las cicatrices visibles en sus corazones.
«El acoso laboral por razón de género incluye comentarios y actitudes sexistas, cuestionamientos a la capacidad de una mujer para cumplir con sus responsabilidades, y el menosprecio de su autoridad solo por ser mujer. Este tipo de acoso también se manifiesta a través de la invisibilización de sus logros y la sobrecarga de tareas feminizadas o irrelevantes, como servir café. Además, el acoso sexual, ya sea mediante tocamientos no deseados o miradas lascivas, tiene como objetivo humillar y someter a la mujer, afectando su dignidad y bienestar en el entorno laboral.»
Se han discutido las medidas de apoyo disponibles para las víctimas de acoso en el ámbito laboral, destacando la importancia de un enfoque integral que incluya tanto la prevención como la protección y el acompañamiento de las personas afectadas. Para Inmaculada Vadillo, abogada especializada en acoso laboral, «el acoso sexual en el trabajo puede manifestarse de diversas formas, como arrinconar a una empleada, enviarle correos obscenos o realizar silbidos. Si los hechos son graves, es crucial denunciarlos, ya que el acoso está tipificado en el código penal y conlleva sanciones según el rango del agresor. La empleada debe informar a la dirección, que está obligada a sancionar al responsable, incluso con su despido. No obstante, es común que tras la denuncia, la trabajadora sea despedida o deba negociar su salida, siendo difícil seguir trabajando en esas condiciones. Muchas víctimas optan por permanecer en el empleo, conviviendo con su agresor, lo que siempre es la peor de las decisiones.»
Martha Pecina, directora de COOP-Egal, una organización que colabora estrechamente con ministerios y empresas en Francia en la lucha contra el acoso; “en ambos países existen similitudes legales respecto al comportamiento sexista. Que buscan proteger a la trabajadora, frente a comentarios groseros o chistes sexistas, la mayoría de ellos dirigidos de hombres hacia mujeres. Recordemos que las empresas están obligadas a garantizar un entorno de trabajo libre de sexismo, independientemente de que tras una denuncia haya una investigación penal.”
“En muchas organizaciones, existe la sensación de una «ilusión de igualdad» que oculta el acoso sexual real que sufren las trabajadoras, hasta que una encuesta anónima revela la verdadera situación y la necesidad de reformas.
Marian Fernández Chueca, psicóloga y referente en diversidad e inclusión en KPMG España, ha subrayado la necesidad de que las empresas tomen medidas preventivas contra el acoso y establezcan protocolos claros que aseguren la dignidad y seguridad de los empleados. Este enfoque no solo es parte de cumplir con normativas, sino también de fomentar una cultura corporativa basada en la empatía, el respeto y la inclusión.
“Las empresas reflejan lo que ocurre en la sociedad: una herencia cultural, asimetría de poder y la naturalización del acoso hacia la mujer. Esto hace que a muchas víctimas les resulte más difícil denunciar. El acosador suele aprovechar la intimidad y el proceso de denuncia es complicado y doloroso, ya que la víctima siente que no tendrá pruebas suficientes.”
“Erradicar la discriminación laboral es un proceso lento. La formación, sensibilización y la implementación de protocolos efectivos son esenciales, aunque las pymes a menudo carecen de recursos suficientes. Las sanciones han sido clave para avanzar en esta área.”
“Es importante que las empresas creen espacios inhóspitos para los acosadores, con políticas de tolerancia cero, y protocolos claros y eficaces que eliminen los sesgos inconscientes.”
Gaelle Lecomte, miembro de la Junta Directiva de Mujeres Avenir y concejala de los franceses en España, ha moderado un evento que ha recordado en cada intervención como el acoso laboral es una violación de los derechos humanos que destruye la dignidad y el bienestar de las personas afectadas. Para Gaelle “como sociedad, empresas e individuos, tenemos la responsabilidad de erradicar esta forma de violencia en el trabajo. Es crucial promover una cultura organizacional que fomente el respeto, la igualdad y la protección de todos los empleados, sin importar su género, edad o posición.”
“A nivel legal ambos países han dado grandes pasos, y han demostrado que la prevención, el apoyo a las víctimas y la implementación de protocolos claros son esenciales para enfrentar esta problemática. No podemos permitir que quienes han sufrido acoso se sientan solas; es nuestra obligación respaldarlos y asegurar que la justicia actúe con firmeza. El cambio comienza con pequeñas acciones cotidianas, y es tarea de todos construir un entorno laboral seguro y libre de violencia”, ha concluido.
Este evento representó un esfuerzo significativo por parte de Mujeres Avenir para fomentar un diálogo profundo sobre el acoso laboral, subrayando la necesidad de seguir avanzando en la creación de entornos de trabajo más seguros e inclusivos, donde las mujeres puedan desarrollar su carrera profesional sin temor a la violencia o discriminación.