Polaris no es una marca demasiado conocida en el mundo del motor y aún menos Slingshot, un triciclo motorizado sin puertas ni techo pensado para el ocio. Sin embargo, se trata de un vehículo capaz de ofrecer sensaciones similares a las que brinda una moto deportiva o automóviles experimentales mucho más caros, como es el caso de los Ariel Atom, Radical SR3, Donkervoort D8, KTM X-Bow, Carver One o Morgan 3-Wheeler.
Este año, la gama Slingshot presenta la edición especial Midnight Cherry sobre el modelo SL LE que, entre otras novedades, consta de una carrocería pintada en color cereza metalizado en combinación de unas franjas blancas, para darle una estética más deportiva si cabe.
Para esta versión, la marca ha retocado algunos elementos del habitáculo, que sigue siendo 100% resistente al agua, especialmente los asientos, que ahora están tapizados en cuero y cuentan con un nuevo acolchado para mejorar el confort, uno de los puntos débiles del Slingshot. Las llantas de aluminio son de 18 pulgadas en el eje delantero y de 20 en el posterior.
En cuanto a equipamiento, el Midnight Cherry recibe elementos tecnológicos propios de un coche convencional, como el Bluetooth para dispositivos móviles, una pantalla LCD de 4,3 pulgadas, una cámara de visión trasera o un sistema de sonido de alta fidelidad.
El propulsor tampoco pasa desapercibido: se trata de un cuatro cilindros de 2.4 litros que conocemos bien de muchos modelos del grupo General Motors, como el Pontiac Solstice. El propulsor desarrolla una potencia de 173 caballos y un par de 227 Newton metro a 4.700 revoluciones/minuto, fuerza ejercida sobre la única rueda trasera, y que convierte a este coche en uno capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en 5,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 220 por hora. Lo extraordinario no son las capacidades del motor, sino que el peso del coche se mantenga muy poco por encima de los 750 kilos en vacío.
El motor GM trabaja en combinación con una caja manual de cinco relaciones, todo más propio de un coche que de una moto, a diferencia de algunos de sus competidores, quienes además no suelen proporcionar ningún tipo de ayuda electrónica a la conducción, cosa que el Polaris sí disfruta. En suma, se trata de un vehículo apto para ser conducido sin necesidad de ser un piloto experimentado.
El Slingshot y su diseño tan poco convencional, cuentan con un parabrisas fijo con montura al aire que, al menos en España, permitiría conducirlo sin necesidad de casco y un permiso de tipo B. No obstante, mejor si se usa el casco, ya que el envolvente chasis tubular de acero, muy resistente a los impactos, y los arcos antivuelco detrás de ambos asientos, no obstan para que el Slingshot sea un coche sin techo y de dimensiones compactas 3,8 metros de longitud y sólo 1,3 de altura, con lo que puede ser peligroso en determinado tipo de accidente.
En definitiva, el Polaris Slingshot Midnight Cherry se trata de un juguete exclusivo concebido para disfrutar al máximo de la experiencia de conducción, más allá de sus cifras. ¿Y qué precio tiene este disfrute? Esta edición especial parte de 25.200 euros en el mercado americano, es decir, 1.500 dólares más que las versiones SL y 1.500 menos que la SLR, el tope de gama.