La heroína es de las adicciones más letales que existen. Las drogas pueden transformar a una persona en otra totalmente distinta y arruinar una familia entera. Se empieza con las drogas, digamos “blandas”, como el tabaco, el alcohol, los porros y luego se sigue subiendo de nivel hasta que cuando te quieres dar cuenta ya es tarde.
Un adicto a la heroína, al alcohol o a la cocaína lo es SIEMPRE. Sucede como con el tabaco, si lo dejas y con los años lo pruebas de nuevo, estás perdido. Un drogadicto será drogadicto toda su vida y tiene que luchar consigo mismo cada día de su vida.
En el caso de la heroína, se trata de una droga que te desgasta cada día de forma física y psicológica. Te cambia el carácter, te vuelves agresivo y eres capaz de vender todo lo que tengas en tu casa por meterte un «pico».
Veremos las consecuencias de meterte heroína y seguro que lo último que se te pasará por la cabeza es probarla o estar cerca de personas consumidoras de esa sustancia.
Efectos de la heroína
Los adictos a la heroína cuando se inyectan o la toman fumada lo primero que notan es una sensación de placer seguida de una de éxtasis, terminado en euforia y sedación. A esta sensación se la llama “luna de miel”.
Cuando se pasan esos primeros efectos, la droga te deja como medio dormido y la mente se te ralentiza. No eres capaz de pensar con claridad y te da todo exactamente igual. Lo que suceda a tu alrededor no va contigo.
También hace que tanto tu respiración como tu corazón vayan más lentos haciendo que puedas entrar en coma o sufrir un daño cerebral irreparable.
Heroína y cerebro
Hay estudios que demuestran que la heroína se adhiere a algunos receptores cerebrales llamados opioides mu y los activa. Estos receptores activados sueltan dopamina y te hacen sentir una falsa sensación de bienestar que hace que te vuelvas adicto y quieras seguir consumiendo.
Cuando la heroína pasa al cerebro se transforma en morfina. Según la droga que te metas y lo rápido que lo hagas te hará efecto antes. Los efectos secundarios físicos de estar drogado con esta sustancia son:
- Pesadez en las extremidades.
- Enrojecimiento de la piel.
- Sequedad en la boca.
- Vómitos.
- Náuseas.
- Picores fuertes.
Los sistemas neuronales y hormonales del cerebro se ven modificados en el adicto a la heroína creándole desequilibrios. Deteriora la capacidad de respuesta y comportamiento en momentos de peligro, estrés o tensión. No son capaces de tomar decisiones coherentes y su nivel de capacidad de abstención se ve anulado.
La droga y tú
Se dice que la cara es el espejo del alma y en el caso de los adictos a la heroína es lo primero que se va mermando y deteriorando. Los pómulos, el perder kilos, dejar de comer, todo eso va haciendo que tu rostro y tu cuerpo vayan marchitándose.
Cuando eres adicto cada vez vas teniendo más tolerancia a las drogas y tu cuerpo te pide o te exige más cantidad para tener el mismo resultado que antes con menos. El problema es que, cuando el cuerpo se acostumbra a tener esta sustancia y de pronto se la quitas, comienza lo que se conoce como el síndrome de abstinencia:
- Diarrea.
- Insomnio.
- Vómitos.
- Desasosiego.
- Dolor muscular o de huesos.
- Escalofríos.
- Movimientos involuntarios de las piernas.
Este síndrome sucede uno o dos días después de tu última dosis. Estos momentos de abstinencia son esenciales para que puedas llegar a dejarlo. En una semana, los síntomas van amainando; sin embargo, pueden durar meses y por eso están los centros de desintoxicación.
Familiares de drogadictos
Los adictos a la heroína son enfermos crónicos que buscan droga de debajo de las piedras sin importarles las consecuencias. Los drogadictos necesitan meterse droga y la mayoría no son conscientes de que tienen una adicción. Cuando la droga cae en una familia, la destroza por completo llegando a poder desear la muerte de ese familiar antes de seguir viéndolo cómo destroza su vida y la de todo el que le rodea.
Es duro ser drogadicto, pero dentro de lo que cabe es TU elección. Los demás no tienen culpa de las decisiones que tomas en tu vida. La mayoría de los drogadictos intentan extorsionar psicológicamente a sus familiares.
Si tienes un hijo, hermano, familiar o amigo que consume heroína NO LE DES DINERO. No creas que le estás haciendo algún bien. Si no sabes qué hacer, hay muchas asociaciones a las que puedes acudir para que te informen. A veces, hablar con otras personas que están en tu misma situación puede ayudarte y orientarte.
No tienes la culpa, cada uno escoge su camino y por mucho que te duela, un heroinómano ha escogido la suya hace tiempo. Lo único que puede ayudar a estas personas es tocar fondo, verse solos, sin dinero y sin drogas. Si esto sucede, tienen dos opciones: o entrar en un centro o delinquir para conseguir dinero para otra dosis y entrar en la cárcel. En ambos casos, sigue siendo decisión del drogadicto. Solo puedes aconsejarle, pero te digo que las personas que no quieren ayuda, por mucho que lo intentes no lo vas a conseguir.
Para salir del boquete de la heroína lo primero que tienes que hacer es QUERER SALIR. Es triste ver cómo la heroína hace que una persona buena y noble arrase con todo a su paso sin importarle lo que antes amaba, convirtiéndose en un completo desconocido.