El sexo en pareja llega un momento que puede llegar a resultar monótono. En muchas ocasiones, cuando el sexo deja de funcionar, la pareja termina por romperse. Sin embargo, deberías pararte a pensar una cosa. Si el teléfono móvil se te descarga, ¿lo tiras a la basura o lo pones a cargar?
Algo similar sucede con el sexo en pareja; en ocasiones se descarga por los problemas diarios, la monotonía y el costumbrismo. Cuando eso sucede es hora de innovar y hacer cosas nuevas.
Puedes probar a tener sexo con tu pareja en sitios extraños para devolveros la pasión, intentar introducir juguetes sexuales en la cama o mirar de qué trata el sexo tántrico del que todos hablan.
Seguramente, en alguna ocasión hayas oído hablar sobre el sexo tántrico, pero no tengas ni idea de qué es. El sexo tántrico se basa en el Tantra. Esta doctrina proviene de Oriente y se centra en los placeres del cuerpo para llegar a la espiritualidad plena.
Este tipo de sexo no se fija solo en los genitales de la pareja, es más un global de todo el cuerpo y una forma de disfrutar distinta de vuestros ratos íntimos. No se trata de quién es más guapo o más feo, ni quién más fuerte o más débil. Se basa en la igualdad.
Si eres de los que está sufriendo problemas a la hora de tener sexo con tu pareja te diré en qué consiste esta forma de amarse.
Sexo sin obstáculos
Lo primero que tienes que aprender es a quererte a ti mismo antes que a tu pareja. Es importante dejar a un lado los complejos y los tabúes sexuales que pueden llegar a cohibirte a la hora del sexo.
Lo importante en el tantra es tener armonía y equilibrio con la otra persona. Tienes que recordar que el sexo tántrico no se basa tan solo en los genitales y en la eyaculación. Va mucho más allá. Es una forma de hacer de los preliminares un continuo. Es decir, le da prioridad a las caricias, los besos, las miradas y los roces para que así fluya todo sin prisas.
Preparación
Tienes que preparar el entorno para que todo esté en perfecta sintonía. Pon música como la que te sugiero a continuación, mira que la temperatura sea la adecuada, pon sábanas limpias y prepara un té o alguna otra bebida que no tenga alcohol, que sea suave y que os guste a los dos.
Usa velas de olor a jazmín, canela, vainilla o jengibre. El incienso también puede servir. Una vez que lo tengas todo dispuesto, haz pasar a tu pareja y sorpréndela. También puedes tener listo un aceite de masaje con aceite esencial de alguno de los olores anteriores.
Sentaos en el suelo o en la cama, uno frente al otro. Comenzad con las miradas, seguid con las caricias y ampliar a los besos suaves. Sin prisa, el sexo tántrico no tiene tiempo. Tienes que controlar tu pasión si quieres llevarlo a cabo.
La idea de esta sesión de caricias y de arrumacos es para que vuestros cuerpos se relajen y la excitación vaya siendo de forma gradual y acompasada.
Mira a tu pareja a los ojos
Si te das cuenta, son pocas las ocasiones en las que simplemente nos miramos a los ojos. Es tan cierto como que la primera vez que lo hagas puede resultarte vergonzoso e incluso incómodo.
Obsérvalo y céntrate en cada cosa que te hizo llegar hasta ese momento junto a tu pareja. Mira cada detalle de sus ojos que lo hacen especial para ti. También es normal que os dé la risa al principio, pero eso forma parte de la relajación y de la complicidad que requiere el sexo tántrico.
Esto lo estás practicando en los inicios del momento, pero lo más recomendable es hacerlo una vez que estás teniendo el orgasmo posterior. Mirar a tu pareja a los ojos mientras gime y encoge la cara de placer es inigualable.
Siéntelo como si fueras tú
Las caricias en el sexo tántrico son muy importantes. Se trata de explorar a tu pareja y conocer cada milímetro de su piel como si se tratase de la tuya. Este tipo de momento juega con las caricias y los besos. El truco para que funcione es que estés concentrado solo y exclusivamente en tu pareja, es vuestro momento.
En este instante, todo tu mundo debe estar enfocado en el otro. Susúrrale que lo amas, sóplale en la oreja y muerde el lóbulo después. Puedes ayudarte del aceite de masajes que te dije al principio. Pero nada de penetración todavía. Tan solo estamos empezando.
Distingue tus sentidos
El sexo tántrico ayuda a mejorar las relaciones físicas de la pareja, pero también te enseña a estar pendiente de todos tus sentidos. Se trata de aumentar tu experiencia emocional y sensorial. En este punto tienes que saborear la piel de tu pareja, rozarla y acariciarla, observarla, oler cómo su cuerpo libera feromonas por la excitación y escuchar su respiración y sus latidos. Si te paras a analizar todo lo que te he dicho, con esta práctica usas todos tus sentidos.
Para que todo esto fluya es importantísimo que estés tranquilo y relajado, que no existan interrupciones que puedan alterar el momento y os saquen de la concentración y de la complicidad que estáis creando. Una forma de aumentar el nivel de seducción y de relajación es usar una venda mientras os estáis acariciando.
Prueba otro tipo de orgasmo
El tantra intenta que tengas un orgasmo con todo el cuerpo a la vez. Tienes que tener excitadas todas las zonas de tu cuerpo a la vez y esto se obtiene siguiendo los pasos anteriores.
Se consiguen orgasmos mucho más intensos después de haber estado al borde del clímax mucho tiempo. Se trata de quedarte muchas veces a las puertas del orgasmo sin llegar a tenerlo. Esa tensión hace que tu deseo vaya incrementándose cada vez más.
Puedes mantener a tu pareja en ese punto cercano al orgasmo. Por ejemplo, con tus palabras, pero nunca dejes que llegue completamente a él. Cuando finalmente alcancéis el orgasmo, sentirás fuertes y placenteras contracciones en diferentes partes de vuestro cuerpo.
Cuando por fin estéis al borde de la desesperación es el momento de la penetración y de sentir cómo vuestros cuerpos vibran y suenan con la misma melodía.