sábado, 23 noviembre 2024

El riesgo de Campos Racing: las empresas españolas pasan de la F1

Campos Racing quiere entrar en la F1 en 2021. Un movimiento económico de peso, en uno de los deportes que más dinero mueve en el mundo. Pero la operación está estudiada: la nueva normativa de 2021 reducirá los presupuestos en el desarrollo del monoplaza para facilitar el salto de los modestos. Una oportunidad que emergería dos años después del vacío que ha dejado Fernando Alonso. Adrián Campos busca aprovechar ese espacio para ganar el respaldo financiero de empresas españolas, pero no será fácil. La caída de audiencias ha propiciado que actualmente sólo dos marcas estén inmersas en el gran circo, y con aportaciones mucho menores que hace una década.

Adrián Campos, expiloto de Fórmula 1 y líder del Campos Racing (escudería que compite en la Fórmula 2 y Fórmula 3), dejó clara la intención de su equipo de cara al futuro. Pero por si no fuese suficiente, esta semana emitió una nota de prensa en su página web en la que refrendan su intención de ingresar en la máxima categoría. Y, es más, reconocen que “un equipo español llenaría el hueco vacante tras la retirada de Fernando Alonso, lo que supondrá un incremento del interés de los aficionados españoles y de la TV y de los telespectadores”.

Sus palabras no esconden que es una estrategia para erigirse como impulso en una competición cuyas audiencias en España se han hundido con el paso a la televisión privada. De momento, han contratado a Peter McCool y Ben Wood, ambos campeones del Mundo, como director técnico y director de aerodinámica respectivamente. Un esfuerzo factible gracias a la implicación de Monaco Increase Management SARL (MIM). Esta empresa, volcada en el automovilismo, se encarga de todas las actividades de gestión, organización, comercialización, patrocinio, relaciones públicas y promoción. Y a su vez, se sirve del socio de Adrián Campos.

EL MOVIMIENTO DE CAMPOS RACING: UN EFECTO LLAMADA A LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS

Todo está cuidado hasta el más mínimo detalle. Hasta la dupla de pilotos: Wehrlein y Álex Palou, con David Vidales (17 años) en la recámara. Tres nombres y dos españoles. No es casualidad. Precisamente MIM y Campos Racing han fraguado su alianza ante la oportunidad de aglutinar dinero de empresas españolas que aprovecharían este hito histórico para embarcarse en la Fórmula 1.

No sería la primera vez. El propio Adrián Campos compitió en la F1 bajo un patrocinio español. Después le llegó el turno a Pedro Martínez de la Rosa (arropado por Repsol) y al propio Fernando Alonso. En una época donde las audiencias alcanzaban los cuatro millones de espectadores, el español captó la atención, sobre todo, de dos grandes marcas españolas: Telefónica (Renault), y Santander (McLaren-Mercedes y Ferrari).

EL BANCO SANTANDER INVIRTIÓ 300 MILLONES DE EUROS EN OCHO TEMPORADAS EN LA F1. ENTRE MAPFRE Y ESTRELLA GALICIA SOLO SUMAN 11 MILLONES POR AÑO

Esa es la idea que baraja en estos momentos Campos Racing. Sin embargo, son conscientes de que tendrán que sumar un puñado de apoyos para sacar rentabilidad a su participación. Haas, el equipo que esta temporada acumula menos sponsors, suma un total de ocho. Y su presencia, no obstante, estuvo avalada por el patrocinio principal de Rich Energy. La marca de bebidas, envuelta en polémica, destinó 20 millones de euros a la escudería estadounidense.

Campos Racing busca un patrocinio así de una compañía española, pero no le resultará nada sencillo. Los tiempos han cambiado y en España, a través de Movistar, las audiencias ni siquiera alcanzan los 200.000 telespectadores. Esto ha producido un inesperado giro, por el cual las empresas españolas ahora hacen esfuerzos más pequeños. Actualmente sólo hay dos marcas vinculadas al mundo de la F1: Mapfre y Estrella Galicia. Y ambas por culpa de Carlos Sainz.

LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS DESTINAN MENOS DINERO A LA F1

Mapfre está con Renault (anterior equipo del piloto madrileño) y previsiblemente podría variar su destino hacia McLaren, donde se encuentra ahora Sainz. Precisamente eso es lo que hizo Estrella Galicia, que acompaña al piloto español allá donde va. Pero la apuesta está muy lejos de las marcas que en su día se aunaron a Alonso. Estas dos compañías españolas abonan 5,5 millones de euros cada una. En total, once millones de euros de sponsors españoles en los monoplazas.

La cantidad contrasta con los 50 millones de euros que Santander se dejó por temporada en su alianza con Ferrari, o con los casi 20 ‘kilos’ que desembolsó Telefónica en Renault. Una diferencia abismal que refleja que las marcas españolas no fijan sus miras en la F1. Campos Racing no tendrá más opción que seguir la estrategia actual de McLaren si no es capaz de lograr un respaldo financiero de este calibre. Los de Woking, ante la falta de una marca potente, apostó por aglutinar a un gran número de patrocinadores con aportaciones escasas. Un movimiento que les ha salido a la perfección. Con más de quince marcas en su monoplaza, han superado los 100 millones de euros en patrocinios.

Campos Racing ha mimado su plan y está dispuesto a dar el salto. Dispone del dinero suficiente, pero mantenerse en la F1 siempre es una tarea delicada. El objetivo, dicho por ellos mismos, es aumentar “el interés de aficionados y de la TV”. O lo que es lo mismo: ocupar un nicho que Sainz no termina de llenar. La misión más compleja para Campos Racing será obtener el respaldo de empresas españolas, que en los últimos años se han marchado o han minimizado su aportación.


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