Irene Urdangarín, la hija menor de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, se prepara para un nuevo capítulo en su vida. En los próximos días pondrá rumbo a Reino Unido para comenzar sus estudios universitarios en Organización de Eventos en la prestigiosa University College London, una de las instituciones privadas más exclusivas del mundo.
Un año sabático lleno de experiencias
Este nuevo comienzo llega tras un año sabático repleto de vivencias. Irene dejó atrás Ginebra y la residencia familiar que compartía con su madre para instalarse en el Palacio de la Zarzuela junto a su abuela, la Reina Sofía. Durante este periodo, la sobrina del Rey Felipe VI obtuvo su carnet de conducir, aunque aún existen dudas sobre si superó con éxito el examen práctico. Además, participó en un voluntariado de cuatro meses en Camboya con la ONG del padre Kike Figaredo y, quizás lo más significativo para ella, encontró el amor.
Fue en otoño cuando su amistad con Juan Urquijo y Moreno, hermano de Teresa Urquijo y nieto de Teresa de Borbón y Borbón (prima del Rey Juan Carlos), se transformó en una relación sentimental. A punto de celebrar su primer aniversario, la pareja ha superado obstáculos como la distancia y la presión mediática, demostrando la solidez de su amor. Sin embargo, la mudanza de Irene a Londres volverá a poner a prueba su relación, aunque ambos confían en encontrar la manera de compaginar el noviazgo con las obligaciones académicas.
Preparativos para la nueva etapa
Mientras llega el momento de partir, Irene disfruta al máximo de sus últimos días en Madrid. La joven compagina planes con su novio y su familia, aprovechando cada instante antes de embarcarse en esta nueva aventura. Recientemente, se la ha visto visitando junto a su madre el atelier del diseñador Lorenzo Caprile, modisto de cabecera de la infanta Cristina, ubicado en plena Milla de Oro de la capital.
Madre e hija intentaron pasar desapercibidas llegando por separado al lugar. Su objetivo era recoger los diseños que lucirían en la boda de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova, celebrada el pasado sábado en Madrid. A dicho evento, Irene acudió acompañada por su hermano Juan Urdangarín, en lugar de su novio.
En cuanto a sus estilismos, la infanta Cristina optó por un look casual y cómodo con pantalón blanco y camisa estampada en tonos marrones y blancos. Por su parte, Irene destacó por su sencillez con un estilismo juvenil y veraniego. Lució un vestido midi negro de tirantes finos y escote en uve, acompañado por un cinturón marrón a la cintura para realzar su figura. Completó su atuendo con sandalias planas negras y un bolso de mano con sus iniciales, «IU», bordadas en rojo.
Ambas abandonaron el atelier entre risas y muestras de complicidad, sin hacer declaraciones a la prensa sobre la inminente marcha de Irene a Reino Unido ni sobre su relación con Juan Urquijo. La infanta Cristina, por su parte, se limitó a sonreír ante las preguntas sobre si se plantea mudarse de Ginebra a Madrid ahora que sus hijos Juan y Miguel se han instalado en Zarzuela junto a su abuela Sofía.
