Los huevos son un alimento básico en muchas dietas alrededor del mundo, apreciados no solo por su versatilidad en la cocina, sino también por su perfil nutricional. Sin embargo, al ser un alimento perecedero, su frescura es crucial. Desde la elección en el supermercado hasta la correcta conservación en casa, hay una serie de recomendaciones que pueden optimizar su consumo y garantizar una alimentación equilibrada.
Recientemente, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha examinado 30 marcas de huevos frescos, destacando las diferencias de precio y calidad entre los distintos tipos de producción. El estudio abarcó huevos de gallinas criadas en suelo, camperas y ecológicas, y aunque existen disparidades significativas en los precios, la calidad se mantuvo uniforme entre las distintas categorías.
ECOLÓGICOS: LA MISMA CALIDAD, AL DOBLE DE PRECIO
Al comprar huevos, es común encontrar información clave en el empaque, incluyendo el tipo de cría y la fecha de consumo preferente. Si bien los consumidores a menudo asocian los huevos ecológicos con una mayor calidad, el análisis de la OCU revela que, en términos de frescura y calidad, estos no son necesariamente superiores a otros tipos de huevos.
Sin embargo, su precio puede ser el doble en comparación con los huevos criados de forma convencional. Esto genera una cuestión que muchos consumidores se plantean: ¿vale la pena el incremento en el costo? Una vez en casa, es vital conservar los huevos en su envase original para no perder información relevante.
¿QUÉ SIGNIFICA EL CÓDIGO DE LOS HUEVOS EN LA CÁSCARA?
Cada huevo lleva un código que indica el método de cría utilizado y el país de origen. Este código comienza con un número que representa el tipo de cría: 0 para ecológicos, 1 para camperos, 2 para criados en suelo y 3 para enjaulados. Por ejemplo, un huevo con el código 1ES12345678 indica que es de gallinas camperas criadas en España, y está seguido por un número único que identifica la granja productora.
Esta regulación permite a los consumidores tomar decisiones más conscientes al seleccionar sus alimentos, promoviendo un sistema de trazabilidad que fortalece la transparencia en la industria alimentaria. De acuerdo con el análisis de la OCU, el precio promedio de un huevo varía considerablemente según su tipo de producción.
Los huevos de gallinas criadas en suelo ofrecen un coste competitivo, mientras que los ecológicos se posicionan como los más caros. Sin embargo, la OCU no encontró diferencias significativas en calidad entre los diversos tipos, lo que sugiere que los consumidores pueden optar por alternativas más económicas sin comprometer su salud. La clasificación de los huevos por la OCU proporciona información valiosa para quienes buscan mantener una dieta equilibrada.