sábado, 23 noviembre 2024

Los mercados tiemblan ante el ascenso de Trump

Por: Walter Talledo

Hace ya unos siete años de la publicación de aquel libro de Alan Greenspan, “La Era de la Turbulencia”, quien fuese Presidente de la Reserva Federal entre los años 1987 y 2006. De hecho, el Maestro, como lo definió el célebre periodista Bob Woodward, celebraba otra fecha importante en su vida, el cumpleaños de su amada Andrea Mitchell el pasado 30 de octubre de 2016. Afortunadamente, el tiempo es un concepto que los mercados sí que tienen en constante consideración y de hecho es un mecanismo de auto-protección. Los mercados lo tienen bastante claro y no están para acontecimientos y celebraciones. La Era de la Turbulencia parece estar de vuelta gracias a Donald Trump.

Octubre es una fecha marcada por aspavientos bursátiles que haríamos bien en tomar en cuenta al operar en los mercados y tomar decisiones a corto, medio y largo plazo. Este en concreto refleja una nube oscura que se acerca a la Casa Blanca en forma de una posible victoria del magnate neoyorquino Donald J. Trump. La última encuesta publicada en conjunto este martes por el Washington Post-ABC News da un punto porcentual de ventaja al que probablemente sea el candidato menos cualificado que jamás se haya presentado para ser el elegido inquilino de la Casa Blanca.

cartel_lehmanLos mercados no han tardado en reaccionar. El mercado asiático termino la sesión del miércoles con una venta general de acciones liderada por Japón donde el Nikkei 225 se dejó un 1,76% mientras que el Hang Seng de Hong Kong perdió un 1,45% y el Índice de Shanghái elimino un 0,63%. Si miramos hacia el otro lado del atlántico, vemos pocos datos alentadores.

De hecho, la moneda mejicana, símbolo económico de un País humillado por el Señor Trump quien ha prometido construir una barrera a lo largo de la frontera sureña con Estados Unidos (en la era de una globalización que cada vez nos une más algunos nos intentan dividir) se ha dejado en dos días casi un 2,5% por ciento a vistas de una impensable pero ahora probable victoria del magnate neoyorquino.

Los mercados quieren tranquilidad. Por eso apuestan por la gestión y por Clinton como futura presidenta de Estados Unidos

“No hay nadie quien me libre de este sacerdote turbulento!” fueron aquellas célebres palabras pronunciadas por el Rey Enrique II de Inglaterra que acabarían dando paso al asesinato del Arzobispo de Canterbury. Sin embargo, aquel Rey, al igual que muchos ejecutivos de Wall Street desde el comienzo de la era post-Greenspan, no se hizo, ni estos últimos se han hecho responsables de actos más que cuestionables que han dado lugar al nacimiento de un predicador populista que ahora está cerca de la Casa Blanca.

En su conjunto, el desarrollo de acontecimientos como el estallido del escándalo contable Enron, la crisis de las hipotecas subprime, el colapso de Bearn Stearns han sembrado en el sub-consciente americano las semillas de una idea que el Señor Trump ha sabido definir y canalizar: la necesidad de hacer que America sea Grande Otra Vez (Make America Great Again, en Inglés).

descargaPero los mercados son sabios y saben que cualquier idea basada en el miedo y pesimismo no pueden dar fruto ni rendimiento en positivo y por ello retroceden y piden el voto a favor de la experiencia en gestión y reputación acumulada en la candidatura de Hillary Rodham Clinton. Los mercados necesitan periodos de tranquilidad que después de unos años de turbulencia son más que necesarios y por ello Hillary Clinton es la candidata que mejor representa y defiende la tranquilidad y estabilidad necesaria. En estos momentos índices como el denominado Vix, que toma el pulso expectante a la volatilidad de los mercados bursátiles americanos, se ha vuelto a disparar hasta los 18,5 puntos básicos que no veía estos niveles desde los rumores de la enfermedad de Clinton en septiembre y desde el propio voto del Reino Unido en junio para abandonar la Unión Europea.

Janet Yellen que ocupa el puesto en la Reserva Federal al cargo de la política monetaria de los Estados Unidos al igual que lo hizo el Maestro Alan Greenspan, apunta a los datos positivos que se encuentran en la economía, por ejemplo, la recuperación de una inflación moderada, como motivo más que suficiente para ponderar una posible y bastante esperada subida de tipos de interés en el mes de diciembre.

La falta de responsabilidad, y los acontecimientos que derivaron en la crisis, han provocado que exista la necesidad de volver a hacer grande a Estados Unidos

La verdad y los datos dejan claro que el periodo que ahora culmina protagonizado por el actual inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama y su Secretaria de Estado, Hillary Clinton, son irrefutables: un Producto Interior Bruto que en el tercer trimestre protagoniza un crecimiento del 2,9 por ciento anualizado y un crecimiento mensual de empleo que en lo que va del año se sienta en una media de 178.000 puestos de trabajo. Estos son los datos que para bien o para mal no llegarán a todos aquellos americanos llamados a las urnas. Los mercados requieren estabilidad después de la tormenta, paz después de la turbulencia y Hillary Clinton es la candidata clara para suplir esa necesidad.


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