lunes, 23 septiembre 2024

El PMI de Estados Unidos se mantiene estable en septiembre, pero los precios suben y la confianza se resiente

La economía de Estados Unidos ha mostrado una mezcla de fortaleza y debilidad, según los últimos datos presentados por S&P Global. Si bien el sector de los servicios ha experimentado una sólida expansión, el sector manufacturero ha registrado una modesta caída en la producción.

El Índice de Gestores de Compras compuesto (PMI) de Estados Unidos cayó en septiembre dos décimas, hasta los 54,4 puntos. A pesar de este ligero retroceso, el crecimiento de la actividad empresarial se mantuvo «robusto», lo que refleja la fortaleza del sector servicios.

Por otra parte, el sector manufacturero ha mostrado signos de debilidad, con una modesta caída en la producción. Esto se ha visto reflejado en una disminución del PMI del Sector Manufacturero, que alcanzó el 47 desde el 47,9 de agosto, su peor marca en quince meses.

La inflación se acelera, lo que plantea desafíos para la Reserva Federal

Uno de los principales desafíos que enfrenta la economía estadounidense es el aumento de la inflación. Los precios de venta aumentaron al ritmo más rápido de los últimos seis meses, impulsados por la aceleración del crecimiento de los costes de los insumos, que se situaron en máximos de un año.

Esta reaceleración de la inflación afectó tanto a bienes como a servicios, alcanzando en ambos casos máximos de seis meses. En el sector servicios, el crecimiento de los costes de los insumos alcanzó su nivel más alto en doce meses, en gran parte debido al factor salarial.

La Reserva Federal (Fed) se enfrenta a un delicado equilibrio entre mantener la reactivación económica y controlar la inflación, que sigue siendo una preocupación clave. Según el economista jefe de S&P Global Market Intelligence, Chris Williamson, «la Reserva Federal no puede desviar totalmente su atención de su objetivo de inflación mientras trata de mantener la reactivación económica».

Las expectativas empresariales se deterioran debido a la incertidumbre política

Otro factor que afecta a la economía estadounidense es el aumento de la incertidumbre ante las próximas elecciones presidenciales. Esto se ha reflejado en un deterioro de las expectativas empresariales para el año próximo, que se situaron en su nivel más bajo en casi dos años.

Esta incertidumbre política ha llevado a las empresas a frenar la contratación y el empleo, que cayó por segundo mes consecutivo. Además, la moderación del crecimiento de la cartera de pedidos también es un indicador de la cautela que caracteriza al entorno empresarial actual.

En resumen, la economía de Estados Unidos muestra signos de fortaleza en el sector de los servicios, pero también enfrenta desafíos como la aceleración de la inflación y el aumento de la incertidumbre política, lo que plantea un escenario complejo para la Reserva Federal y los líderes empresariales.


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