lunes, 23 septiembre 2024

Estados Unidos busca prohibir vehículos que incorporen tecnología de China y Rusia

La administración Biden, preocupada por la creciente presencia de tecnología china y rusa en el mercado automotriz estadounidense, ha propuesto una nueva normativa que prohibiría el uso de este tipo de software y hardware en los vehículos conectados que circulen por las carreteras del país. Esta medida, impulsada por temores de que Pekín y Moscú puedan recopilar datos sobre conductores o hackear remotamente los automóviles, busca adelantarse a una expansión aún mayor de las marcas chinas en el sector.

El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha dado a conocer los detalles de esta propuesta, que de ser aprobada, entraría en vigor de manera gradual. Así, la prohibición del software chino y ruso se haría efectiva en 2027, mientras que para el hardware la fecha límite se fijará en 2029. Sin embargo, la norma contempla la posibilidad de que algunas empresas puedan solicitar excepciones, siempre y cuando puedan demostrar que están tomando medidas de mitigación como auditorías o controles en sus plantas de fabricación.

CRECIENTE INFLUENCIA CHINA EN EL MERCADO AUTOMOTRIZ DE EE.UU.

Esta iniciativa se produce en un contexto de creciente presencia de marcas chinas en el mercado estadounidense de automóviles, especialmente en el segmento de vehículos eléctricos. De hecho, la administración Biden ya había anunciado a principios de este año un aumento del 100% en los aranceles a la importación de coches eléctricos fabricados en China, con el objetivo de mitigar su impacto en la industria local.

La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, ha sido clara al explicar los motivos detrás de esta propuesta: «Queremos abordar estas nuevas amenazas a la seguridad nacional antes de que los proveedores, fabricantes de automóviles y componentes de automóviles vinculados a China o Rusia se vuelvan algo común y generalizado en el sector de Estados Unidos». En este sentido, la prohibición busca adelantarse a una mayor penetración de las marcas chinas en el mercado automotriz estadounidense.

Cabe destacar que la presencia de tecnología china y rusa en los vehículos conectados representa un riesgo potencial en términos de ciberseguridad y privacidad, ya que podría facilitar la recopilación de datos de los conductores o incluso el control remoto de los automóviles. Por lo tanto, la administración Biden considera necesario tomar medidas proactivas para mitigar estos riesgos antes de que se agraven.

EXCEPCIONES Y MITIGACIÓN DE RIESGOS

Si bien la propuesta de prohibición es bastante clara, la normativa también contempla la posibilidad de que algunas empresas puedan solicitar excepciones. Para ello, deberán demostrar que están tomando medidas de mitigación adecuadas, como la realización de auditorías o la implementación de controles en sus plantas de fabricación.

Estas excepciones podrían ser clave para algunos fabricantes que cuentan con componentes o software de origen chino o ruso en sus vehículos. La flexibilidad de la propuesta podría permitirles adaptarse a los nuevos requisitos sin verse demasiado afectados en su capacidad productiva.

En última instancia, la prohibición de software y hardware chino y ruso en los vehículos conectados de Estados Unidos representa un esfuerzo de la administración Biden por salvaguardar la seguridad nacional y proteger el mercado automotriz local frente a la creciente influencia de las marcas asiáticas. Si bien se trata de una medida con un impacto significativo, la posibilidad de excepciones podría facilitar su implementación en el sector.


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