jueves, 19 septiembre 2024

España aparece en el punto de mira de los concesionarios chinos

España está experimentando un auge en la distribución de vehículos chinos, con más de 300 concesionarios comercializando estas marcas en todo el país. Este fenómeno representa una penetración de mercado del 4%, una cifra que demuestra el creciente interés de los fabricantes asiáticos por establecer una presencia sólida en el mercado europeo.

La Primera Cumbre de Automoción Hispano-China, celebrada recientemente en Madrid, puso de manifiesto los retos y oportunidades que enfrentan tanto los concesionarios chinos como los españoles en este proceso de integración. Shen Jin Jun, presidente de la patronal de los concesionarios chinos (CADA), hizo hincapié en la necesidad de «construir puentes» y establecer estrategias de colaboración a medio y largo plazo, con el objetivo de crear redes de apoyo «de éxito».

Adaptación al Mercado Español

Shen Jin Jun señaló las «grandes presiones» a las que se enfrenta el sector debido a las nuevas estrategias de venta que están «probando» los fabricantes, lo que merman parte de la capacidad de actuación de las empresas. Sin embargo, también destacó la maduración del sector chino en el mercado durante los últimos años, con el aterrizaje de nuevas marcas de vehículos que han entrado a operar en el mercado comunitario. Aunque advirtió que el proceso de construcción «es un proceso muy largo».

Por su parte, la presidenta de Faconauto, Marta Blázquez, resaltó que China, uno de los mercados más grandes del mundo, ha decidido fijar su mirada en Europa –y España– como destino de inversión y expansión de su presencia en el sector automovilístico. Según Blázquez, «todo indica que los fabricantes chinos no solo buscan comercializar sus productos en Europa sino integrarse plenamente en el tejido industrial español«, con el objetivo de «generar empleo local«.

Oportunidades y Desafíos Regulatorios

La expansión de las marcas chinas en España se percibe como una oportunidad para ampliar la oferta y ofrecer al consumidor productos demandados. Sin embargo, Blázquez señaló que el verdadero problema del sector automovilístico en Europa no radica en quién entra o sale de su mercado, sino en el hecho de que es una de las industrias «más presionadas y penalizadas«.

En este sentido, la presidenta de la patronal de los concesionarios hizo un llamamiento a que Europa reforme su marco regulatorio, reduciendo la burocracia, las cargas fiscales y medioambientales. Según Blázquez, «el mercado del automóvil necesita, más que nunca, medidas contundentes para que el cambio de modelo que el sector viene proponiendo desde hace años sea una realidad».

Asimismo, el embajador de la República Popular de China en España, Yao Jing, hizo un llamamiento a las partes a entenderse en relación con la aplicación de aranceles a la importación de vehículos eléctricos chinos, considerando que el «proteccionismo no es favorable ni para la colaboración ni para el avance de las tecnologías de descarbonización en la industria de la automoción». Según Yao, la «sobrecapacidad de producción y los subsidios a las empresas chinas» que esgrime Bruselas para aplicar los aranceles «no son ciertos».

En definitiva, la expansión de las marcas chinas en el mercado automovilístico español representa tanto oportunidades como desafíos regulatorios y de adaptación al entorno local. La colaboración entre los concesionarios chinos y españoles, así como una reforma del marco normativo, serán clave para aprovechar al máximo este fenómeno en los próximos años.


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