El colosal pulso en el terreno de las audiencias que libran David Broncano y Pablo Motos se sigue cual partido de fútbol en X, convertida en un campo de batalla entre los madrugadores partidarios de ‘La Revuelta’ y los de ‘El Hormiguero 3.0’.
La nueva apuesta de La 1 no roba espectadores a la de Antena 3, pero el reñido enfrentamiento no deja de generar tensiones. El show de Atresmedia encadenaba una década de cómodo liderazgo y ahora sufre a un competidor de altura.
Motos también se ha convertido en diana del odio tuitero que se ha desatado por su posicionamiento ideológico (que es un camino por el que han pasado otros entretenedores que mostraron su opinión política, Jorge Javier Vázquez o Ana Rosa Quintana).
LA TELEVISIÓN EN ABIERTO SE REVITALIZA
La polarización desatada por la guerra televisiva en el inicio de las noches ha revitalizado la televisión en abierto, que sale muy favorecida del contraste que presenta ante las plataformas americanas (entregadas en su mayor parte al mainstream o incluso al negocio con padres de criminales).
David Broncano está gozando de curvas de audiencia planas (que son propias de un partido de fútbol) y Pablo Motos en algunos casos cuadriplica en la franja del access prime time a Telecinco, que lo intentó de forma efímera y naif con Carlos Latre.
Pasado el ecuador de septiembre, Atresmedia tiene garantizada la triple corona. El grupo obtendrá en septiembre el liderazgo grupal con una señal menos que su rival directo; retendrá el puesto número uno por cadenas con Antena 3, que aventaja en casi 4 puntos a Telecinco; y mantendrá el bronce con La Sexta imponiéndose a Cuatro.
MEDIASET SE APROVECHA
Curiosamente, Mediaset España está aprovechando del éxito de sus rivales. Lo hace a nivel reputacional porque el cara a cara entre Broncano y Motos eclipsa la pésima situación de Telecinco, sin rumbo tras la jubilación de Paolo Vasile, desangelada sin ‘Sálvame’ y lastrada por un torrente de fracasos entre los que hay que incluir a ‘Babylon Show’, ‘El rival más débil’ o ‘El Diario de Jorge’.
Telecinco está atascada en el tercer puesto de las audiencias, cada día ve más lejos acercarse al 10% de share y tan solo ‘Gran Hermano’ evita que en Milán sopesen intervenir. La incorporación de nuevos rostros como Blanca Romero (que presentará el reality show gastronómico ‘Next Level Chef’) o María Casado (que se incorpora a los ‘Informativos Telecinco’ del fin de semana) no parecen más que cortinas de humo propiciadas por el nuevo CEO Alessandro Salem, convertido en involuntario imitador de Joan Laporta al intentar tapar los pésimos resultados con ruido de fichajes.
PRISA Y LA TELE
Medios de comunicación como The Objective o El Independiente siguen especulando con el posible regreso del Grupo Prisa al sector televisivo. Las pérdidas de 24,4 millones de euros en el primer semestre de 2024 o su deuda que supera los 750 millones de euros no invitan a hacer experimentos en un sector que demanda altas inversiones y ofrece escasas certidumbres.
En la operación, de carácter más político que empresarial, tendría papel José Miguel Contreras, Fran Llorente y quizá José Pablo López, que acierta a reivindicar el fichaje de David Broncano (que no opaca sus fracasos anteriores) y falla al hacerlo en un diario perteneciente a un grupo al que tantas veces contrató desde RTVE, El País.
La editora de la Cadena SER también es noticia porque prosigue con su renovación en el área directiva tras la incorporación de Jesús Torres a la nueva Dirección Corporativa de Personas y Talento, y los recientes cambios acometidos en su equipo financiero.