viernes, 20 septiembre 2024

El Banco de España revisa al alza sus proyecciones del PIB para 2024 y 2025

España se encuentra en una encrucijada económica, con la necesidad de realizar un ajuste fiscal de aproximadamente 0,5 puntos porcentuales del PIB durante los próximos años para cumplir con las nuevas reglas fiscales europeas. Este desafío se produce en un contexto de fortaleza de la economía española, impulsada por factores como el aumento de la población, la resiliencia de las manufacturas y una elevada aportación de la demanda exterior neta al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB).

El Banco de España ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento económico para los próximos años, situando su pronóstico de crecimiento del PIB en 2024 en el 2,8%, por encima de las estimaciones de otros organismos como el Gobierno, el Panel de Funcas, el FMI, la Comisión Europea o la AIReF. Esta mejora se debe, principalmente, al efecto arrastre de los últimos datos de la Contabilidad Nacional Trimestral y a unas perspectivas más favorables para el sector exterior.

EL MERCADO LABORAL MUESTRA SIGNOS DE ESTANCAMIENTO ESTRUCTURAL

A pesar de esta notable fortaleza de la economía española, el Banco de España ha identificado algunos desafíos en el mercado laboral. Si bien se prevé una creación de empleo continuada a lo largo del horizonte de proyección, la intensidad de esta reducción del desempleo se verá limitada por la moderación en el ritmo de creación de empleo y el dinamismo de la población activa, impulsada por unos flujos de inmigración relativamente elevados.

Además, el organismo ha alertado sobre el estancamiento en el stock de parados de larga duración, lo que podría sugerir que una buena parte del desempleo existente es de carácter estructural, dificultando su reducción mediante avances de la actividad de naturaleza cíclica. Como resultado, la tasa de paro se situará en el 11,5% en 2024 y en el 11% en 2025, para posteriormente bajar al 10,7% en 2026.

MEJORA LA INFLACIÓN EN 2024, PERO SE ELEVA EN 2025

En cuanto a la inflación, el Banco de España ha revisado ligeramente a la baja la tasa de inflación general en 2024, hasta el 2,9%, aunque ha elevado su previsión para 2025, hasta el 2,1%. Para 2026, la inflación prevista se mantiene en el 1,8%.

No obstante, el organismo ha advertido que la desaceleración de la inflación de los alimentos se interrumpirá de forma temporal en octubre de este año y en enero de 2025, como consecuencia de la reversión parcial y completa, respectivamente, de la reducción de la tasa del IVA de los productos alimenticios básicos.

RIESGOS Y REQUERIMIENTOS FISCALES

Los riesgos en torno a las proyecciones de crecimiento están orientados fundamentalmente a la baja, mientras que, en el caso de la inflación, se consideran equilibrados. Entre las principales fuentes de incertidumbre, se encuentran las elevadas tensiones geopolíticas a nivel global, la evolución de los mercados financieros internacionales y la incertidumbre sobre el consumo de los hogares y la inversión empresarial.

En el ámbito fiscal, las estimaciones del Banco de España indican que, para cumplir con las nuevas reglas fiscales europeas, sería necesario implementar un ajuste presupuestario de alrededor de 0,5 puntos porcentuales del PIB al año durante 7 años. Esta medida, si bien necesaria para cumplir con los requisitos europeos, conllevaría un menor grado de dinamismo de la actividad económica respecto al escenario central contemplado actualmente.

En resumen, la economía española se enfrenta a un desafío dual: mantener su fortaleza y dinamismo económico mientras realiza los ajustes fiscales necesarios para cumplir con las nuevas reglas europeas. Este equilibrio requerirá de una cuidadosa gestión por parte de las autoridades económicas, con el objetivo de lograr un crecimiento sostenible y una convergencia con los objetivos fiscales establecidos.


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