Google y su monopolio destruyen a otros buscadores, navegadores y editores online

Google acaba de perder uno de los muchos casos judiciales a los que se enfrenta, la mayoría acusada de ser una compañía monopolista. Sus prácticas, además de ponerle en problemas con reguladores de todo el mundo, ha hecho estragos en empresas a las que no les ha quedado más remedio que hacer negocios y firmar acuerdos con el buscador. Sus competidores, como los buscadores Bing de Microsoft, DuckDuckGo o Yahoo y los navegadores Safari, Firefox y Opera, los editores de publicaciones online de todo el mundo y las otras grandes tecnológicas se van afectadas por sus prácticas monopolistas.

En 2023 Gannett, dueño del 2USA Today’, denunció que el buscador controlaba cómo los editores compran y venden anuncios online. Bing de Microsoft no consigue hacerle frente ni un poquito, los navegadores como Safari, Firefox y Opera no llegan a plantarle cara en ningún sistema operativo de cualquier gama de dispositivos.

Son muchas las empresas digitales que tiene que doblar las rodillas ante Google, sus diferentes servicios, sus precios para insertar publicidad y sus propuestas de acuerdos para quedarse con lo mejor del pastel

Son muchas las empresas digitales que tiene que doblar las rodillas ante Google, sus diferentes servicios, sus precios para insertar publicidad y sus propuestas de acuerdos para quedarse con lo mejor del pastel, al ofrecer algún trozo o migaja a los demás.

El experto en competencia global Christian Bergqvist, que sigue los enfrentamientos por monopolio de Google, ha contabilizado más de 100 casos contra la empresa en 23 jurisdicciones internacionales y los ha explicado y puesto en contexto en un artículo publicado en la web ProMarket en el Centro Stigler Center de la Universidad de Chicago.

El especialista clasifica los servicios de Google casos en 8 grupos (Buscar/Shopping, Android, Play, AdTech, AdWords/AdSense, JediBlue, Scraping y Follow On Daños), y muestra cómo estos enjuiciamientos podrían tener consecuencias potencialmente transformadoras para Google y toda la industria tecnológica.

Google Meta-Google y su monopolio destruye a otros buscadores, navegadores y editores online
Google llegó a un acuerdo con Meta para repartirse el «pastel» de los ingresos publicitarios.

EMPRESAS Y COMPETIDORES, DOBLEGADOS POR GOOGLE

Este martes la justicia europea ha conseguido doblegar al gigante de Mountain View al fallar que Google tendrá que pagar una multa de 2.400 millones de euros que recurrió allá por 2017 por favorecer en su motor de búsqueda su propio servicio de comparación de productos, Google Shopping, y discriminar a los de su competencia. Es solo uno de los procesos. El gigante de internet tiene en liza unos 100 procesos por actividades hegemónicas en muchos de sus servicios, desde el buscador a las numerosas apps de Android.

Bergqvist indica en su estudio que Google monopoliza en sus servicios de Búsqueda, con el sistema operativo Android, con la tienda Google Play, y con Google AdTech, con los servicios Google AdWords/AdSense, con el que Google obliga a los editores a confiar exclusivamente en anuncios en línea gestionados por Google o, de otras formas, complica la interacción con ofertas ajenas a su universo.

Los cinco servicios enumerados anteriormente representan el 62% de los casos identificados, muchos de los casos restantes también pueden agruparse en categorías distintas según su objeto. Parece que otro grupo, que representa el 25% de los conflictos antimonopolio contra el buscador, involucra uno de los temas que expone el experto.

con el caso llamado Jedi Blue, por el que Google ha cerrado acuerdos de reparto de ingresos con Meta para mantener a Meta como parte de su programa Open Bidding, para servicios publicitarios

Así habla del caso llamado Jedi Blue, por el que Google ha cerrado acuerdos de reparto de ingresos con Meta para mantener a esta como parte de su programa Open Bidding, para servicios publicitarios, en lugar de establecer su propio servicio de licitación para sus plataformas. «Se sabe muy poco, pero aparentemente, los ejecutores y los demandantes analizaron si el acuerdo implicaba algún tipo de entendimiento de quid pro quo, en el que Meta (llamada Blue) obtendría una porción del pastel de Google (llamada Jedi) u otras ventajas a cambio de abstenerse de competir en publicidad gráfica en línea y servicios intermediarios relacionados«, explica el investigador.

Esto haría que el acuerdo fuera horizontal y similar a un acuerdo tradicional (y altamente ilegal según el experto) de reparto de mercado. A pesar del uso de nombres en clave ofuscadores y otros esfuerzos reveladores para mantener el acuerdo en secreto, no se han encontrado «fechorías». Así que, en el transcurso de 2022 y 2023, las partes fueron exoneradas en el Reino Unido, la UE y los EE. UU., y solo Brasil parece tener una investigación abierta.

Son conocidos y divulgados los casos de Scraping, en los que Google «roba» contenido a los editores. Si bien se parece más a una infracción de la propiedad intelectual, Google (supuestamente) obliga a los editores a aceptar el scraping, lo que agrega un elemento abusivo.

algunos casos no atribuibles a servicios que monopoliza presentan elementos notables que alimentan el panorama general. Esto incluye los pagos muy generosos a Apple y otros por el estado de incumplimiento en los móviles

Google se ha impuesto hasta ahora, pero el asunto subió de nivel en diciembre de 2023, cuando un grupo de editores estadounidenses (liderados por Helena World Chronicle) cuestionó la práctica de Google de enriquecer sus resultados de búsqueda con imágenes, información genérica o una respuesta generada por IA. Esto negaba el tráfico a las páginas donde se originaron la imagen y el texto, privando al editor de oportunidades de visualización y publicidad. Basándose en esto, los editores afirman que Google aspira a monopolizar los servicios online.

Google y su monopolio destruye a otros buscadores, navegadores y editores online
La comisaria de Competencia de la UE, Margrethe Vestager.

Los casos de Google Shopping (2017) de la UE y Ad Tech (2021) de Francia, ambos formando la base de demandas en el Reino Unido, Alemania, Suecia y la República Checa han sido clasificados por el estudioso autor del informe como casos de «daños derivados«, que han terminado desfavorablemente para Google. También se han presentado demandas en el Reino Unido basadas en el caso de Google Android de la UE y, en este caso, igualmente están pendientes demandas independientes sobre Google Play . Ninguna ha sido finalizada, pero pueden cambiar las prácticas de la multinacional californiana.

Los casos restantes representan el 13% del total, no pueden encajar en las categorías realizadas por el experto en la materia. Esto es en parte porque la información disponible es limitada, pero también porque muchas de estas investigaciones no terminan con una constatación de infracción y, por lo tanto, permanecen sin publicar. Estos ejemplos únicos incluyen los casos estadounidenses que involucran la supuesta supresión de «voces y opiniones republicanas» online (el caso Freedom Watch) o el intento de designar a Google como un operador común (el caso de Ohio).

el caso de la UE en contra del monopolio de Google de 2017, resuelto esta semana, ha motivado a los encargados de hacer cumplir la ley en los Estados Unidos, Turquía, Rusia, Hungría, Alemania, Brasil, Sudáfrica e India a investigar el asunto en sus territorios

Los tribunales que presiden ambos rechazaron los casos, y es difícil verlos encajar en alguna teoría antimonopolio conocida y aceptada de posible daño. Sin embargo, algunos de estos casos no atribuibles presentan elementos notables que alimentan el panorama general. Esto incluye los pagos muy generosos a Apple y otros por el estado de incumplimiento en los teléfonos inteligentes, una política descubierta durante las declaraciones en uno de los casos pendientes del Departamento de Justicia de EE. UU., y parte de la estrategia de apalancamiento vista en 
Google Android, donde el buscador toma medidas activas para permanecer en la opción predeterminada independientemente de la plataforma.  

Los encargados de hacer cumplir la ley se inspiran no solo en los muchos informes tecnológicos de los distintos organismos involucrados para esbozar las presuntas fechorías de Google; también en otros pleitos presentados en otras jurisdicciones que aportan informes basados en datos empíricos del mercado o en hechos y los casos a menudo proporcionan orientación para marcos jurídicos similares de monopolización o dominio.

Independientemente del resultado, otros organismos e incluso demandantes privados se fijarán en estas declaraciones, informes y conclusiones una vez que un organismo líder abra una investigación. El ejemplo más destacado de esto es cómo el caso de la UE en contra del monopolio de l gigante norteamericano de 2017, resuelto esta semana, ha motivado a los encargados de hacer cumplir la ley en los Estados Unidos, Turquía, Rusia, Hungría, Alemania, Brasil, Sudáfrica e India a investigar el asunto en sus territorios.

A lo mejor el recorrido monopolista de Google está empezando a encontrar piedras en el camino, y puede terminar topándose con un muro en unos años.