jueves, 19 septiembre 2024

Iberdrola se une a BP en un megaproyecto de H2 con un cónclave de altos directivos de fondo

Iberdrola ha pisado el acelerador en el negocio renovable. Un día después de que México confirmase que tiene el dinero para comprar su negocio eléctrico en el país, la compañía vasca se ha unido a la petrolera británica BP en una joint venture para fabricar la mayor central de hidrógeno ‘verde’ (H2) de España. Entre bastidores, 300 directivos selectos se han reunido en torno al presidente de la energética, Ignacio Sánchez Galán, para discutir los pormenores de la estrategia corporativa.

Este jueves, Iberdrola y BP confirmaron que unen fuerzas para construir el que está llamado a ser el proyecto señero de la producción de H2 en nuestro país. La planta, que estará ubicada en en la refinería propiedad de la petrolera en el Grao de Castelló (Castellón, Comunidad Valenciana), será desarrollada por Castellón Green Hydrogen, mercantil participada por ambas compañías bajo la fórmula de joint venture.

LA INICIATIVA cuenta con la participación del Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) Y ha obtenido una financiación de 15 millones de euros, PROCEDENTES DEL PROGRAMA EUROPEO NextGenerationEU

Esta iniciativa, que cuenta con la participación del Instituto Tecnológico de la Energía (ITE), ha obtenido una financiación de 15 millones de euros de los programas de ayuda a la Cadena de Valor Innovadora y Conocimiento en Hidrógeno Renovable del Plan Español de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con fondos asignados por NextGenerationEU de la Unión Europea (UE).

La planta gestionará un electrolizador de 25 megavatios (MW) y se prevé que esté operativa en la segunda mitad de 2026. Se estima que esta potencia sea suficiente para convertir hasta 200 gigavatios hora (GW/h) anuales de energía renovable de Iberdrola en hidrógeno verde, contribuyendo a la estrategia de descarbonización de BP.

Se prevé que 2.800 toneladas anuales de hidrógeno verde podrán sustituir a parte del hidrógeno gris que utiliza actualmente la refinería, producido actualmente a partir de gas natural, y se espera evitar la emisión de 23.000 toneladas de CO2 al año, equivalentes a las emisiones de 5.000 coches en el mismo periodo. Esta planta podría crear hasta 500 nuevos puestos de trabajo directos durante su construcción.

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La presidenta de BP Energía España, Olvido Moraleda, ha señalado que este proyecto «marca un hito» en su estrategia y refleja la importancia de la colaboración, tanto con otras empresas que comparten su visión, como Iberdrola, como en el ámbito público-privado.

«De esta forma, no sólo avanzamos en la transformación de nuestras infraestructuras en Castellón, sino que pretendemos fortalecer el tejido económico y la capacidad industrial de toda la Comunidad Valenciana,» ha subrayado.

Por su parte, el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, ha destacado que este proyecto es «un ejemplo más» de su alianza estratégica con BP, que les une para liderar el futuro del hidrógeno renovable en la Comunidad Valenciana.

Seguimos trabajando con socios comprometidos para posicionar a España como referente tecnológico, impulsando la creación de una industria del hidrógeno verde en Europa«, ha resaltado.

IBERDROLA REÚNE A LOS JEFES

Este mismo jueves, según informa Expansión, Ignacio Sánchez Galán ha convocado a 300 máximos directivos en San Agustín de Guadalix, a las afueras de Madrid, en un encuentro a puerta cerrada en el que se ha abordado el camino estratégico que ha tomado la compañía. Asimismo, se han revisado los objetivos asumidos en áreas clave del negocio, como la eólica marina (offshore) y el despliegue de redes eléctricas.

El pasado marzo, la eléctrica vasca definió su receta estratégica. La nueva orientación consiste en situar las redes por encima de las renovables en el escalafón inversor, lo que según los análisis solidifica sus cimientos financieros.

LA NUEVA ESTRATEGIA DE IBERDROLA, CONSISTENTE EN PRIORIZAR EL DESPLIEGUE DE REDES SOBRE RENOVABLES, ENMARCA LA VENTA DE 13 PLANTAS ELÉCTRICAS A MÉXICO

Es en este contexto en el que se enmarca la venta de activos a México, que el pasado miércoles dio un enorme paso adelante: el Estado azteca confirmó que ha llevado a cabo una emisión de bonos de gran envergadura en los mercados internacionales de deuda para financiar la adquisición de 13 plantas de energía eléctrica que Iberdrola posee en aquel país.

La operación, realizada a través del Fideicomiso de Inversión en Energía México (Fiemex), ha logrado recaudar la suma de 1.490 millones de dólares, equivalentes a 1.353 millones de euros. Con un vencimiento proyectado para el año 2041 y una tasa cupón final del 7,25%, esta operación se posiciona como una de las más grandes en México y en toda América Latina dentro del sector energético. 

LA FUSIÓN CON AVANGRID

Paradójicamente, mientras al sur de la frontera norteamericana la firma presidida por Ignacio Sánchez Galán se deshace -muy lucrativamente- de sus activos, al norte las adquisiciones cogen vuelo. A principios de este mes, la Comisión Federal de Energía de Estados Unidos (FERC, por sus siglas en inglés) ha autorizado la toma de control total por Iberdrola de su filial estadounidense, Avangrid. De este modo, la FERC respalda la decisión previa de la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC), que también dio luz verde, y levanta la barrera para que la operación pase por los dos últimos filtros administrativos, que corresponderán a los reguladores de los estados de Maine y Nueva York.

Iberdrola adquirirá el 18,4% del capital que todavía no controla de Avangrid por 35,75 dólares por acción (32,09 euros), lo que se traduce en una inversión de 2.551 millones de dólares (unos 2.289 millones de euros al cambio actual). Tras el cierre de la fusión, se solicitará la exclusión de las acciones de Avangrid de la Bolsa de Nueva York.


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