Unión de Uniones sugiere arrancar viñedos para revitalizar el sector del vino

La industria vitivinícola española se encuentra en un momento crucial de su historia, enfrentando desafíos que van desde el cambio climático hasta la falta de rentabilidad y el escaso relevo generacional. En este contexto, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha presentado una propuesta audaz para revitalizar el sector, centrada en el arranque de viñedos con criterios sociales y la promoción de pequeñas y medianas bodegas en mercados internacionales.

Esta iniciativa surge en un momento en que el sector vitivinícola español, uno de los más emblemáticos y diversos del país, se enfrenta a una crisis multifacética. La organización agraria busca aprovechar la próxima reunión de Alto Nivel en Bruselas para presentar medidas concretas dentro del marco de la Intervención Sectorial Vitivinícola, con el objetivo de reestructurar y dar un nuevo impulso a una industria que no solo es fundamental para la economía rural, sino también para la identidad cultural de numerosas regiones españolas.

El arranque de viñedos como estrategia de reestructuración

La propuesta de Unión de Uniones de realizar arranques de viñedos con criterios sociales se presenta como una medida necesaria para la reestructuración y reconversión del sector vitivinícola. Esta estrategia busca adaptar la producción a las señales del mercado y abordar los desafíos que plantea el cambio climático en la viticultura. El arranque controlado de viñedos permitiría ajustar la oferta a la demanda actual, mejorando así la rentabilidad de las explotaciones que permanezcan activas.

La organización argumenta que esta medida no solo ayudaría a equilibrar el mercado, sino que también podría contribuir a la modernización del sector. Al reducir la superficie de cultivo en áreas menos productivas o con variedades menos demandadas, se liberarían recursos para invertir en la mejora de las parcelas restantes, ya sea mediante la introducción de nuevas tecnologías o la plantación de variedades más resistentes al cambio climático.

Además, el arranque de viñedos con criterios sociales podría ofrecer una salida digna a aquellos agricultores que deseen abandonar el cultivo, facilitando así el redimensionamiento de las explotaciones y la mejora de la rentabilidad para quienes continúen en el sector. Esta medida podría ser especialmente beneficiosa para las regiones donde la viticultura es menos competitiva y donde la diversificación económica es una necesidad urgente.

Promoción internacional y apoyo a pequeñas y medianas bodegas

Unión de Uniones hace hincapié en la necesidad de incentivar la promoción de las pequeñas y medianas bodegas en mercados extranjeros, tanto dentro como fuera de la Unión Europea. Esta propuesta reconoce el potencial de exportación del vino español y busca ampliar su presencia en mercados internacionales, diversificando así las fuentes de ingresos del sector.

La promoción internacional no solo beneficiaría a las bodegas individuales, sino que también contribuiría a reforzar la imagen del vino español en el extranjero. Esto es particularmente importante en un contexto global donde la competencia en el mercado del vino es cada vez más intensa, con nuevos países productores emergiendo y los tradicionales buscando mantener su cuota de mercado.

Para llevar a cabo esta estrategia de promoción, Unión de Uniones sugiere la necesidad de fondos extraordinarios y una reconsideración de los recursos asignados a la Intervención Sectorial Vitivinícola. La organización argumenta que, dado el nuevo escenario definido por el informe de la Comisión Europea, es fundamental adaptar los recursos disponibles para asegurar el futuro del cultivo de la vid en España.

Desafíos adicionales y perspectivas de futuro

El sector vitivinícola español se enfrenta a otros desafíos significativos que requieren atención urgente. Uno de los más preocupantes es el escaso relevo generacional, un problema que Unión de Uniones atribuye a la falta de rentabilidad del sector en los últimos años. Esta situación pone en riesgo la continuidad de muchas explotaciones familiares y amenaza con la pérdida de conocimientos y tradiciones vitícolas centenarias.

La organización también señala la falta de ayudas específicas para el sector vitivinícola en respuesta a crisis recientes como la sequía o la pandemia de COVID-19. A diferencia de otros sectores agrícolas que han recibido apoyo gubernamental, los viticultores se han visto en gran medida desatendidos, lo que ha agravado su situación económica.

Ante estos retos, Unión de Uniones propone aprovechar el momento actual de crisis como una oportunidad para reinventar el sector. La salida de algunos productores, facilitada por programas de arranque de viñedos, podría permitir el redimensionamiento de las explotaciones restantes, mejorando su viabilidad económica. Además, la organización aboga por la implementación de medidas que hagan más atractivo el sector para los jóvenes agricultores, como programas de formación especializada y ayudas para la modernización de las explotaciones.

En conclusión, la propuesta de Unión de Uniones para la reestructuración del sector vitivinícola español representa un enfoque integral que busca abordar los desafíos actuales y futuros. Si bien el arranque de viñedos y la promoción internacional son elementos centrales de esta estrategia, es evidente que se requerirá un esfuerzo coordinado entre productores, bodegas, organizaciones sectoriales y administraciones públicas para garantizar el futuro sostenible de uno de los sectores más emblemáticos de la agricultura española.