La producción petrolífera de Libia, uno de los pilares fundamentales de su economía, se encuentra en una delicada situación debido a los problemas surgidos en el campo petrolero de El Fil, ubicado en el suroeste del país. Esta crisis se enmarca en la disputa política que enfrenta a los diferentes gobiernos rivales que se disputan el control del país desde el derrocamiento del régimen de Muamar el Gadafi en 2011.
Declaración de «Fuerza Mayor» por la Compañía Estatal de Petróleo
La Corporación Nacional de Petróleo (NOC) de Libia ha anunciado la declaración de «fuerza mayor» en el campo petrolero de El Fil. Esto significa que la compañía considera que existen «circunstancias fuera de su control» que están afectando a las operaciones en dicho campo. La NOC ha especificado que esta medida no será aplicable a las actividades de carga y otras operaciones relacionadas con los hidrocarburos.
Disputa Política y Bloqueos Paralizan la Producción Petrolera
Los bloqueos llevados a cabo por las autoridades asentadas en el este de Libia, enfrentadas al gobierno central con sede en Trípoli, han sido la causa principal de esta crisis. Estos bloqueos, que buscan protestar por el cese del gobernador del Banco Central, Sadiq al Kabir, han provocado una drástica caída en la producción diaria de petróleo, que se redujo a unos 450.000 barriles la semana pasada, frente al millón aproximado antes de estas medidas.
Impacto en la Economía Líbia y Perspectivas de Resolución
Esta situación supone un grave problema para la economía de Libia, que depende en gran medida de los ingresos provenientes de la venta de crudo. La disputa política entre los diferentes gobiernos rivales, así como la presencia de grupos armados que buscan consolidar su poder en diferentes regiones, han impedido una solución duradera a la crisis que vive el país desde 2011.
Pese a los recientes intentos de restablecer los servicios del Banco Central, la crisis sigue sin resolverse, lo que mantiene en vilo la producción energética de Libia y su delicada situación económica. La declaración de «fuerza mayor» por parte de la NOC en el campo de El Fil es un claro reflejo de la fragilidad del sector petrolero libio, cuya recuperación dependerá de la capacidad de los diferentes actores políticos para alcanzar un acuerdo que permita la estabilización del país.