Esta semana se ha publicado el índice IFO de confianza empresarial en Alemania. El dato ha sido muy positivo puesto que se ha incrementado desde los 112,4 puntos hasta los 112,9 puntos en abril, su nivel más alto desde julio de 2011. Por componentes; el de situación actual ha mejorado desde los 119,5 puntos hasta los 121,1 puntos mientras que el de expectativas ha sufrido un leve retroceso (de medio punto) y se sitúa en los 105,2 puntos. Una lectura que pone de manifiesto el buen momento que vive la economía alemana, que en palabras de Clemens Fuest, presidente del IFO, muestra como “la economía alemana está creciendo con fuerza”.
Esta encuesta empresarial no es la única que refleja la buena situación económica de Alemania. Si nos fijamos en los datos de PMI (índice de gestores de compra) se aprecia como el dato compuesto del país germano (tiene en cuenta manufacturas y servicios) ha alcanzado los 57,1 puntos. Un dato que le consolida, de manera amplia, por encima de la zona de expansión (50 puntos) y que le sitúa en máximos de 70 meses. Trevor Balchin, economista senior de Markit, ha destacado que “el crecimiento de los nuevos negocios y la creación de empleo de Alemania se ha fortalecido en marzo hasta su nivel más alto en seis años y la perspectiva a doce meses es la más positiva desde mediados de 2012”. Además, ha recalcado que “los datos refuerzan la previsión de crecimiento del PIB del 1,9% para este año, su mayor expansión desde 2011”.
Unas mejoras que se dejan notar en las previsiones económicas para el país germano. Uno de los principales organismos internacionales, como es el FMI, ha revisado recientemente sus estimaciones de crecimiento a nivel mundial, incrementándolas en la mayoría de los casos. En concreto, para Alemania las ha revisado una décima al alza para este año, ejercicio en el que pronostica un crecimiento del PIB del 1,6% mientras que para el próximo curso la previsión es de 1,5%.
El FMI ha revisado una décima al alza el crecimiento para 2017, hasta el 1,6%
Además, el organismo internacional destaca en su informe que en países con margen de maniobra fiscal, como Alemania, la política fiscal debe encaminarse hacia el aumento de la capacidad productiva y la demanda, lo que ayudaría a reducir los actuales superávits en cuenta corriente, contribuiría al reequilibrio interno de la zona del euro y generaría efectos de contagio positivos sobre la demanda en otros países.
Debilidad a medio y largo plazo
Un buen momento de la economía alemana que podría no durar de manera permanente. El IFO mostraba como la situación actual era más positiva que las expectativas y el banco central germano, el Bundesbank, ha señalado en su informe mensual que la economía alemana seguirá creciendo pero perderá dinamismo a medio plazo lastrada por el desarrollo demográfico.
En el informe destacan como “el retroceso demográfico así como el envejecimiento de la población activa hará caer el crecimiento económico de forma marcada a medio plazo” y dan un dato. El crecimiento potencial (tasa a la que una economía podría crecer si utiliza sus propios recursos) caerá entre 2021 y 2025 un 0,8% respecto a la década anterior. Aun así, es probable que se tomen medidas para reducir esta situación (pero no podrán evitarla completamente) como la llegada masiva de inmigrantes y que los propios alemanes trabajen más allá de la edad de jubilación.