En un movimiento estratégico que refuerza su compromiso con el sector primario español, Mercadona prevé adquirir más de 115.000 toneladas de sandía en 2024, lo que supone un incremento del 38% respecto a la campaña anterior. Esta decisión subraya la importancia que la cadena de supermercados otorga a los productos de proximidad y de calidad, respondiendo así a las crecientes demandas de los consumidores.
La Campaña de Sandía de Mercadona: Abarcando Múltiples Regiones
La campaña de sandía de Mercadona dará comienzo este mes de abril y se extenderá hasta octubre, ofreciendo a sus clientes esta apreciada fruta de verano procedente de diversas regiones de España. Gracias a los acuerdos estables que mantiene con 22 proveedores especialistas, la compañía comercializará sandía cultivada en Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Canarias, Comunidad Valenciana y Cataluña.
Elvira Guill, especialista de Mercadona, destaca que la compañía trabaja «estrechamente» con estos proveedores para «responder a las expectativas de los clientes, que demandan una sandía dulce, con el color rojo característico de esta fruta de verano y una textura jugosa y crujiente». Mercadona ofrece sandía nacional en dos formatos, entera y cortada, y trabaja con las principales variedades de esta fruta, como Bengala, Red Jasper, Moon Gem, Fenway, Style, Bazman y Boston.
Mercadona y su Compromiso con el Sector Primario Español
El volumen de compras de sandía nacional previsto para la presente campaña responde a la apuesta de Mercadona por la fruta y verdura de proximidad y nacional. En 2023, las compras de Mercadona en España alcanzaron los 27.142 millones de euros, un 22% más que el año anterior. Esta estrategia ha dado como resultado que más del 85% del surtido de Mercadona sea de origen nacional, con productos cultivados, pescados, elaborados o transformados en España.
Además, la cadena de supermercados defiende las prácticas comerciales justas y desde hace años está adherida al Código de Buenas Prácticas Mercantiles en la Contratación Alimentaria. Este acuerdo voluntario, impulsado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en colaboración con distintas asociaciones de toda la cadena agroalimentaria nacional, supone un paso en la promoción de prácticas comerciales justas y se enmarca en la Ley de Medidas para Mejorar el Funcionamiento de la Cadena Alimentaria.