Cuando se trata de disfrutar de unas merecidas vacaciones, muchos viajeros optan por actividades emocionantes como el buceo. Este pasatiempo no solo brinda la oportunidad de explorar la belleza inesperada del mundo submarino, sino que también permite desconectar y relajarse.Sin embargo, es crucial tener en cuenta ciertos aspectos de seguridad y salud al planear nuestra vuelta a casa.
Uno de estos aspectos es la prohibición de bucear en las 24 horas previas a un vuelo. Esta recomendación no debe ser tomada a la ligera y es fundamental entender las razones detrás de ella. Aunque puede parecer difícil dejar de lado una actividad tan placentera justo antes de volver a la rutina, la seguridad debe ser prioridad.
TERMINA TUS VACACIONES DE LA MEJOR FORMA: EVITA COMBINAR BUCEO Y EL VUELO
El buceo implica una serie de cambios físicos que afectan el cuerpo humano. A medida que un buzo desciende, la presión externa aumenta, lo que provoca que los gases que se encuentran en su cuerpo se comporten de manera diferente. Si no se permite el tiempo suficiente para que esos gases se eliminen de manera natural, pueden formarse burbujas en el torrente sanguíneo al ascender, lo que es conocido como enfermedad de descompresión o «mal de caisson».
Este cambio brusco de presión puede exacerbar problemas preexistentes y, en combinación con la acumulación de gases en el cuerpo tras un buceo reciente, se transforma en un riesgo evidente. Las organizaciones de buceo y salud, como la Divers Alert Network (DAN), recomiendan enfáticamente una ventana de 24 horas entre las actividades de buceo y el vuelo para reducir cualquier riesgo potencial asociado con esta transición.
CONSEJOS PARA REGRESAR SEGURO DE TUS VACACIONES
Es fundamental tener en cuenta las recomendaciones médicas antes de realizar cualquier actividad acuática, especialmente si piensas volar poco después. Si planeas bucear durante tus vacaciones, planifica tus inmersiones con tiempos de descanso adecuados en mente. Considera realizar otras actividades acuáticas, como snorkeling o paddleboarding, que tengan menor restricción respecto a vuelos.
Además, mantén un registro de tus inmersiones, incluyendo las profundidades y el tiempo de cada una. Esta información será invaluable en caso de que necesites atención médica tras un vuelo. Recuerda también hidratarte adecuadamente antes, durante y después de bucear, ya que la deshidratación puede aumentar el riesgo de enfermedad de descompresión.
Regresar de unas vacaciones es una experiencia que, por lo general, conlleva la felicidad de haber disfrutado de momentos inolvidables. Sin embargo, es esencial tomar las precauciones necesarias para garantizar que este regreso no se vea ensombrecido por problemas de salud. Una de las medidas más importantes es esperar al menos 24 horas tras la última inmersión de buceo antes de subirse a un avión.
