Los analistas han hecho sus cuentas y calculan que Microsoft podría estar al «borde del abismo debido a su apuesta por Inteligencia Artificial (IA), con un riesgo de quiebra del 3,9 % previsto para los próximos 24 meses. Los análisis realizados han tratado de mostrar cómo la inversión en IA podría hundir al gigante tecnológico, tras examinar todos los datos y ver en estos el potencial de una caída financiera sin precedentes debido a una ambiciosa empresa de la disruptiva tecnología; Open AI, la inventora de Chat GPT.
Ante la pregunta de si podría Microsoft sobrevivir tras una apuesta arriesgada con la IA, los expertos opinan que las inversiones masivas en tecnología, particularmente en IA, «podrían no siempre generar una rentabilidad inmediata y llegar a amenazar la estabilidad financiera incluso de las empresas más sólidas, como Microsoft«, tal y como advierte Philipp Pratt, experto en innovación de la consultora Geonode, la encargada de plantear la duda de la rentabilidad y la supervivencia financiera de Microsoft con una desgarradora visión.
Darle tanta prioridad a la inteligencia artificial podría agotar las reservas financieras de Microsoft si la tecnología no funciona como se espera
Según argumentan, este sentimiento de futura debacle «no está lejos de hacerse realidad», ya que según su informe, la probabilidad de quiebra de la organización es del 3,9%. «Esto demuestra que Microsoft puede tener problemas financieros el próximo año si las estrategias no salen como deberían», afirma con contundencia el consultor especializado, que advierte que comprender «los puntos más ‘finos’ de esta estrategia es imperativo para cualquier persona conectada al ecosistema digital, y más después de que el gigante tecnológico haya realizado las fuertes apuestas inversoras (solo en Open AI ha invertido hasta 19.000 millones de dólares, o 17.421 millones si es en euros) en la nueva tecnología de moda.
LA DECISION AUDAZ DE MICROSOFT
La creciente incursión de Microsoft en la IA se caracteriza por iniciativas de alto perfil, como su asociación estratégica con OpenAI. La asociación subraya la determinación de Microsoft de aprovechar las capacidades de la IA y de ser de los primeros en sacarle rendimiento.
Los analistas destacan el interés de las noticias sobre la inversión referida de los más de 19.000 millones, y sobre ella advierten con contundencia: «Darle tanta prioridad a la inteligencia artificial podría agotar las reservas financieras de Microsoft si la tecnología no funciona como se espera o no genera rápidamente un retorno tangible de la inversión.
Pratt explica las posibles dificultades financieras que Microsoft puede tener que afrontar. Por un lado podría encontrarse con que el retorno de la inversión se retrasa, ya que el aumento de los costos podría no traducirse inmediatamente en ingresos, lo que presionaría los márgenes de ganancia. Los informes sugieren que los ingresos de la IA siguen siendo modestos.
Por otro lado, se trata de un mercado volátil, puesto que la confianza de los inversores podría tambalearse si los rendimientos inmediatos no parecen prometedores, lo que provocaría una caída de los precios de las acciones. Por ejemplo, Alphabet cayó un 5% cuando Google anunció su enorme inversión en IA.
Darle tanta prioridad a la inteligencia artificial podría agotar las reservas financieras de Microsoft si la tecnología no funciona como se espera o no genera rápidamente un retorno tangible de la inversión
También apuntan a las lógicas preocupaciones sobre el flujo de caja, al valorar que los grandes gastos en I+D requieren una importante cantidad de efectivo por adelantado, lo que puede afectar la liquidez. La cuarta dificultad se centraría en las preocupaciones de los accionistas. Los inversores podrían mostrarse cautelosos si los resultados a corto plazo no reflejan el elevado gasto, lo que afectaría negativamente los precios de las acciones.
El analista ha destacado también que, tras valorar estas implicaciones, que «un solo paso en falso crítico en inversiones tan cuantiosas no solo daña a la empresa, sino que puede redefinir el liderazgo del mercado en tecnología».
Sin embargo, no todo son malas noticias y el analista también ve la parte positiva de la audacia mostrada por Microsoft si todo sale bien. La empresa se puede apuntar un gran «éxito de innovación, porque si las innovaciones de IA de Microsoft capturan el mercado de manera efectiva, podrían generar ganancias significativas, posicionándolos por delante tecnológicamente».
Aunque insiste en que las tensiones financieras que conducen a la quiebra están ahí y existe un riesgo no trivial de que una inversión importante y continua sin retornos proporcionales pueda conducir a la insolvencia financiera, la percepción del mercado y confianza de los inversores pueden cambiar esta «fatalidad». Las reacciones del mercado a estos movimientos son fundamentales. Los resultados positivos pueden impulsar las acciones y la confianza de los inversores, mientras que los fracasos pueden exacerbar los problemas financieros.
MAL PARA MICROSOFT Y PARA TODOS
Como expertos, los analistas de Geonode implican casi a la totalidad de los seres humanos de la tierra en este riesgo que está corriendo Microsoft, ya que apuntan a una pequeña distopía económica como futurible cuando afirman que «si ocurriera lo impensable y la salud financiera de Microsoft se deteriorara, las consecuencias se extenderían por todo el mundo tecnológico.
Según afirman, hay que tener en cuenta que como usuarios, el conjunto de servicios de la compañía que dirige Satya Nadella podría ver cambios, con posibles recortes presupuestarios que afecten la atención al cliente, las actualizaciones de software o la disponibilidad de productos.
Sus inversores también enfrentarían reveses, puesto que la fluctuación de los precios de las acciones y el riesgo de pérdidas podrían hacer necesario reexaminar las carteras de inversión para incluir activos más conservadores. Y, cómo no, la industria en general se vería afectada por un tropiezo de un gigante tecnológico como Microsoft, que podría alterar la estabilidad del mercado, influyendo en las tendencias y cambiando las alianzas en el sector del software.
Así, está claro que la historia de la incursión de Microsoft en la IA plantea interrogantes multifacéticos sobre el equilibrio entre innovación y viabilidad financiera en la industria tecnológica. A medida que las empresas se adentren más en este territorio, los resultados de sus inversiones proporcionarán lecciones valiosas para las estrategias tecnológicas futuras.
De cara al futuro, la comunidad tecnológica, los inversores y los analistas estarán muy atentos. Cabe la posibilidad que en vez de arruinarse y que este ambicioso impulso tenga un coste irreversible, más bien ocurra lo contrario; que a Microsoft le salga muy bien la jugada una vez más y termine allanado el camino para una nueva era de tecnología basada en IA.
El tiempo, que en materia de inteligencia artificial van muy, muy deprisa, pronto dirá en qué termina la audacia del gigante fundado por Bill Gates, y que ya nos cambió la vida a nivel planetario con, por ejemplo, su sistema Windows, el que recientemente ha demostrado que si falla, puede «apagar» tecnológicamente al planeta entero.