Se sabe que el tabaco es de las sustancias que más muertes o discapacidades produce en el mundo. Todos conocen el daño que el tabaco produce en tus pulmones o en tu corazón, pero es menos la información que se tiene sobre lo que le sucede a tu sistema nervioso.
El tabaco, además de otras sustancias, contiene nicotina que es psicoactiva y muy adictiva. El tabaco es adictivo por culpa de esta sustancia en particular. Por otra parte, también existe el hábito del costumbrismo a realizar una misma acción en determinadas situaciones.
Problemas de fertilidad o de disfunción eréctil en los hombres son causadas por el tabaco. Los fumadores tienen muchos más gatillazos que los que no fuman, ya que el tabaco afecta a tu sistema nervioso.
Te diré algunos de los efectos que el tabaco produce en tu Sistema Nervioso para que recapacites la próxima vez que enciendas un pitillo.
Efectos del tabaco en el Sistema nervioso
La nicotina es uno de los componentes del tabaco y el culpable de que tu cuerpo continúe exigiéndote fumar. Esta sustancia afecta directamente sobre el Sistema Nervioso de tu cuerpo.
En el instante en el que das la primera calada de tabaco, la nicotina pasa de los pulmones a la sangre en unos diez segundos. Las arterías conducen a través de la sangre la nicotina a tu cerebro y allí comienza la fiesta.
Esta sustancia que tiene el tabaco es capaz de activar las glándulas que liberan la adrenalina, que a su vez te activan a ti. Esta acción tiene unas consecuencias físicas importantes de las que se encarga el sistema nervioso periférico, como son:
- Aumento de la presión arterial.
- Subida del ritmo cardíaco.
- Respiración acelerada.
- Libera dopamina y haces que te sientas mejor.
Consecuencias de la asimilación de la nicotina del tabaco
Tu cerebro no está acostumbrado a la nicotina del tabaco, por lo que, en un principio, tiene una sensibilidad a esta, pero con el tiempo se va acostumbrando y haciendo más tolerante.
El número que tu cerebro tiene de receptores de la nicotina va aumentando a medida que fumas más y cada vez la adicción es mayor. Al igual que cuando dejas de tener esta sustancia en tu organismo, el cerebro no necesita tantos receptores y estos van desapareciendo.
Si tienes muchos de estos receptores, tu mente manda mensajes de nerviosismo y malestar a tu cuerpo, que se anulan cuando fumas. Sin embargo, cuando llevas unas semanas sin nicotina, tu cerebro elimina esos receptores “extras” y tu estado de ansiedad vuelve a la normalidad hasta que quedes desintoxicado del todo.
Se puede decir que, en un primer momento, la nicotina del tabaco hace que tengas una mejor respuesta de las tareas cognitivas, pero con el tiempo la acción de esta sustancia hace que dejen de crearse neuronas y comienza el deterioro cognitivo.
Corteza cerebral
Está comprobado que el tabaco hace que el cerebro tenga un envejecimiento prematuro y esto provoca que tu capacidad de tomar decisiones, razonar y resolver problemas, se ralentice.
Un fumador tiene la corteza cerebral más fina que una persona que se ha mantenido libre de humo. Los fumadores van perdiendo poco a poco el grosor de la corteza cerebral.
Las partes del cerebro que daña el tabaco están unidas a las funciones básicas que afectan al lenguaje, la memoria, la atención o a la conciencia. Si lo dejas, este grosor que has perdido puede ir recuperándose un poco. Sin embargo, es necesario de más estudios para corroborarlo con exactitud.
Lo mejor para evitar los daños que produce a tu sistema nervioso es que dejes de fumar. Las esperanzas de recuperación del daño nervioso son considerables, incluso si ya no eres tan joven.
