La reestructuración de Continental se refleja en sus cuentas: obtiene un 57% menos en beneficios

El sector de los componentes de vehículos se encuentra en un momento de crisis, con proveedores importantes como ZF anunciando reestructuraciones y cierres de fábricas ante la desaceleración de la demanda. En este contexto, Continental, uno de los líderes del mercado, ha registrado un descenso en sus beneficios netos durante el primer semestre del año, a pesar de una mejora en el segundo trimestre. La compañía ha revisado a la baja sus expectativas de ventas y beneficios para el conjunto del ejercicio, ante la debilidad del mercado, especialmente en Europa.

Ante este escenario, Continental ha anunciado su interés en segregar el negocio de automoción de la compañía, con el objetivo de «aprovechar al máximo» el potencial de crecimiento y valor de esta división, que representa una parte significativa de los ingresos del grupo. Esta operación podría generar nuevas opciones de mercado para los accionistas.

Resultados del primer semestre

Continental registró un beneficio neto de 252 millones de euros durante el primer semestre del ejercicio, un 57,4% menos que hace un año, pese a que entre abril y junio el resultado creció casi un 46%, hasta los 305 millones de euros, tras las pérdidas de 53 millones de euros del trimestre anterior.

Las ventas de la compañía entre enero y junio cayeron un 4,53% hasta los 19.791 millones de euros, de los que 10.003 millones de euros correspondieron al segundo trimestre del ejercicio. Por su parte, el resultado bruto de explotación se desplomó más de un 10% hasta los 311 millones durante el primer semestre.

El flujo de caja libre registrado en el semestre fue de menos 940 millones de euros, casi un 14% menos que hace un año cuando se registraron menos 1.089 millones de euros.

Perspectivas y estrategia de la compañía

Continental ha reducido su pronóstico de ganancias para todo el año y ahora prevé unos ingresos de hasta 42.500 millones de euros, por debajo de los 44.000 millones estimados hasta ahora, después de que los fabricantes de automóviles europeos redujeran su producción de coches.

La estrategia del grupo germano pasa ahora por aumentar la base de clientes atendiendo a los fabricantes chinos y del conjunto de Asia, de manera que puedan, junto a ello, reducir los costes de producción de las ventas en un 1% para finales de 2025 logrando unos ahorros cercanos a los 150 millones de euros para finales de ejercicio.

En este contexto, Continental desveló su interés en la segregación del negocio de automoción de la compañía, que el año pasado facturó 20.300 millones de euros, para convertirlo en una empresa independiente cotizada en Bolsa. El objetivo de la empresa germana es «aprovechar al máximo» el potencial de crecimiento y valor actual de esta división.