Tanto lo relacionado con la inteligencia artificial (IA) como con la tecnología en general tiene que ver, de una u otra forma, con la publicidad. En este caso, por ejemplo, Google ha desarrollado un comercial para promocionar Gemini, su sistema de IA, en los Juegos Olímpicos (JJ.OO.); y así como existen numerosos casos de éxito, en los que una herramienta tiene un gran impacto en la sociedad gracias a cómo se aborda su promoción, también hay ocasiones en las que sucede todo lo contrario.
En esta oportunidad, hablamos del comercial «Querida Sydney», con el cual Google pretendía aprovecharse de todo lo positivo que rodea a una cita como los Juegos Olímpicos de París 2024, para atraer más usuarios hacia su sistema de inteligencia artificial. No obstante, el plan no salió como se esperaba y las críticas hacia el concepto principal del anuncio no se hicieron esperar.
1Google presenta a Gemini como un sustituto débil de la paternidad
«Querida Sydney» presenta a un padre empleando Google Gemini para ayudar a su hija a escribir una carta como fanática dirigida a la atleta Sydney McLaughlin-Levrone. «Nuestro objetivo era crear una historia auténtica celebrando al equipo de Estados Unidos», reza el comunicado emitido por la compañía de Mountain View al respecto.
Shelly Palmer, profesora de medios avanzados en la Escuela de Comunicaciones de la Universidad de Syracuse, calificó el anuncio como algo «criminalmente negligente», argumentando que «Google nos hace creer que esta joven no necesita aprender a articular y describir su realidad», haciendo énfasis en el hecho de que en el comercial se refleja la dependencia que «deberíamos» tener hacia las herramientas de inteligencia artificial, dejando en sus manos incluso aquello que expresa nuestro corazón y que «no somos capaces» de plasmar por nuestra propia cuenta.