La diversidad como motor de la economía: La inclusión de minorías etnoculturales aportaría 120.000 millones al PIB de la Unión Europea

La contratación de personas pertenecientes a minorías etnoculturales podría representar una valiosa oportunidad para Europa, tanto a nivel empresarial como social. Según un informe realizado por la consultora McKinsey & Company, esta iniciativa podría generar un aumento del 4% en el Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión Europea, lo que equivaldría a un aporte adicional de 120.000 millones de euros anuales.

Este análisis pone de manifiesto que la inclusión económica de las comunidades de minorías etnoculturales podría constituir una nueva palanca de crecimiento sostenible e integrador, al mismo tiempo que una fuente de talento fundamental para hacer frente a la escasez de mano de obra que enfrentan las empresas europeas en diversos sectores clave.

La Triple Ganancia de la Inclusión de Minorías Étnicas

El informe de McKinsey and Company señala que un aumento de la participación en la actividad económica de personas pertenecientes a las minorías etnoculturales brindaría tres tipos de beneficios a las empresas, la sociedad y a las propias comunidades:

  1. Hacer frente a la escasez de talento: Las empresas europeas se enfrentan a un «importante déficit de trabajadores cualificados», con una tasa de vacantes de empleo que ha aumentado aproximadamente un 70%. La inclusión de empleados de minorías etnoculturales (EME) puede ser una solución clave para cubrir estos puestos de trabajo.
  2. Estimular el crecimiento económico de las empresas y países: Según los cálculos de McKinsey, la mayor inclusión de las EME podría generar una contribución de casi 120.000 millones de euros anuales al PIB de la Unión Europea, lo que representaría un aumento del 4% respecto a la cifra de 2022.
  3. Aumentar los ingresos de los hogares y mejorar la cohesión social: Mejorar la participación en la población activa y los resultados laborales de las minorías etnoculturales no solo aumentaría los ingresos de los hogares, sino que también aportaría beneficios socioeconómicos, como el crecimiento económico y una mayor cohesión social.

El Reto de la Incorporación de Minorías Étnicas en las Empresas

A pesar de estos claros beneficios, el informe de McKinsey revela que aún queda camino por recorrer en la incorporación de las minorías etnoculturales en las empresas europeas. Los equipos ejecutivos y los consejos de supervisión tienden a tener menos personas de diversas regiones de origen que en la población en general.

Para avanzar en esta dirección, la consultora señala que es necesario que los directivos de las empresas asuman un «papel fundamental» a la hora de hacer suya esta agenda y movilizar a sus organizaciones para superar las barreras culturales y prácticas que impiden una mayor inclusión. Esto incluye el desarrollo de estrategias de diversidad, la publicación de datos sobre representación, la implementación de iniciativas de inclusión y la mejora de la gobernanza y el compromiso externo.

En conclusión, la contratación de personas pertenecientes a minorías etnoculturales representa una oportunidad única para que Europa alcance un crecimiento sostenible e integrador, al mismo tiempo que hace frente a los desafíos de la escasez de talento y promueve una mayor cohesión social. Para aprovechar este potencial, será clave el liderazgo y el compromiso de los directivos empresariales.