¿Has oído hablar de la diverflación? Así, con esta palabra tan llamativa se pone manos a la obra el banco de España para advertir a los ciudadanos sobre la planificación financiera y los riesgos que tiene para la misma aplicar el carpe diem a la hora del gasto. En este caso, se centra en los euros dedicados al ocio.
La ‘diverflación’ es un nuevo término que refleja el cambio en los hábitos de gasto de los consumidores que priorizan experiencias gratificantes en ocio y experiencias frente a la adquisición de bienes o servicios duraderos como un vehículo o una vivienda. Con frecuencia, este patrón de gasto no repara en el precio de los bienes y servicios, que, en sectores orientados al ocio, corren el riesgo de dispararse, pese a la percepción de la ciudadanía de que «todo está más caro».
la diverflación’ es un nuevo término que refleja el cambio en los hábitos de gasto de los consumidores que priorizan experiencias gratificantes en ocio y experiencias frente a la adquisición de bienes o servicios duraderos
el ocio y las horas
Muchas personas perciben que las terrazas están llenas, las entradas a los conciertos se agotan en horas y todas las habitaciones de hotel están reservadas pese a la subida de precios que hemos vivido los últimos dos años y medio.
“Parece que la pandemia nos hizo reflexionar y darnos cuenta de la vulnerabilidad humana. No es un fenómeno nuevo, los romanos ya hablaban del carpe diem, el «aprovecha el presente» buscando la gratificación inmediata frente a un futuro incierto. Tras el choque que supuso el confinamiento, muchos consumidores optan por dar más importancia a las relaciones sociales y a su bienestar mental con la compra de experiencias que al ahorro o la seguridad financiera en el medio plazo. Es más fácil pensar en el ahora que en qué ocurrirá dentro de 20 años”, según el Banco de España.
Desde el portal del cliente bancario, el supervisor destaca que “existen diferencias entre las generaciones analizadas: los jóvenes, frente a las dificultades para acceder a una vivienda y formar una familia, parecen preferir «vivir el presente, mientras que los mayores tienden a ser más cautos.
Esto no significa necesariamente que aumente el gasto, sino que se prioriza destinar recursos a bienes y servicios ligados al ocio que implican un consumo más impulsivo y menos ordenado, frente a una mayor planificación financiera que incorpore el consumo responsable, el ahorro y los objetivos de medio y largo plazo”. “Dicho con un ejemplo, en lugar de comprar muebles o electrónica de calidad, se opta por algo más asequible o de segunda mano y el ahorro se destina a ir a un concierto, a festivales de verano o a viajar”, apuntan.
“Aunque el consumo de bienes ligados al ocio y que proporcionen una gratificación inmediata no es en sí negativo, sería conveniente conciliarlo con la planificación adecuada de nuestros proyectos vitales y no descuidarlos. Cuando se abordan estos gastos sin una mirada al futuro que nos lleve a planificar nuestras finanzas en el medio plazo, podemos poner en riesgo nuestro proyecto vital y, al gastar sin poner reparos en el precio, estamos contribuyendo a dinámicas alcistas en estos sectores”, dijeron.
Comisiones
Ahora que estamos en vacaciones, el Banco de España aprovecha para avisar sobre gastos por comisione, en concreto sobre si nos compensará utilizar los cajeros automáticos del país que vamos a visitar. ¿Nos cobrarán comisiones? La respuesta es clara: sí, es muy posible. Y estas comisiones son diferentes a las que te podrían cobrar si retiras efectivo en España y podrían variar también según la entidad emisora de tu tarjeta.
En España, la entidad propietaria del cajero no puede cobrarte comisiones directamente, pero sí a tu entidad, que puede asumirla o pasártela después a ti, total o parcialmente. Esa información se muestra en la pantalla del cajero cuando estás retirando dinero, por lo que es importante leer siempre esta información. Lo más importante es que, en ese mismo momento, el cajero te ofrece la opción de rechazar la operación y buscar un cajero donde el servicio te resulte sin coste.
LA ENTIDAD PROPIETARIA DEL CAJERO NO PUEDE COBRARTE COMISIONES DIRECTAMENTE, PERO SÍ A TU ENTIDAD, QUE PUEDE ASUMIRLA O PASÁRTELA DESPUÉS A TI, TOTAL O PARCIALMENTE
Sin embargo, cuando estas de viaje fuera de España no es tan sencillo saber cuáles serán las comisiones por retirada de efectivo. Dependerá, por ejemplo, de si viajas a la zona euro o a un tercer país, y, por tanto, habrá que considerar además el tipo de cambio, o de si utilizas tarjeta de débito, de crédito, etc.
Estos son ejemplos de algunas de las comisiones que te pueden cobrar por sacar dinero en el extranjero con una tarjeta emitida en España:
Tarifa cobrada por los emisores de las tarjetas: las entidades emisoras suelen establecer un coste por la retirada de efectivo en otros países, que pueden variar según la divisa empleada y el importe retirado. Por ejemplo, una comisión por cambio de divisa (aproximadamente un 3%) o una comisión por retirada de efectivo (en torno a un 4-5% de la cantidad dispuesta).
Comisión cobrada por los cajeros automáticos (o surcharge fees): la entidad propietaria del cajero puede cobrarte si no eres cliente, según la divisa utilizada y el importe retirado.
Sobreprecio en el tipo de cambio: los tipos de cambio que suelen usar las tarjetas y los cajeros también incluyen un margen de compensación por el riesgo para el emisor de la tarjeta o el administrador del cajero.
La comisión que aplica el banco propietario del cajero no está reflejada en tu contrato, pero las demás comisiones que tu entidad podría cobrarte por el uso de la tarjeta en el extranjero sí lo están. Por ello, es importante que revises las condiciones particulares de tu tarjeta antes de viajar y que valores las alternativas que tienes para realizar tus pagos en moneda extranjera.
«Te recomendamos que te informes y compares los diferentes productos que se ofrecen y conozcas qué entidades cobran comisiones menores o incluso no cobran comisiones por utilizar la tarjeta cuando viajas o si tu propio banco oferta tarjetas con mejores condiciones para viajar», apuntan en el Banco de España.