Seguro que has oído hablar del coworking. Este tipo de espacios están dedicados a emprendedores en su mayor parte. Son empleados para desarrollar tu proyecto, tenga tu empresa el tipo de estructura que tenga.
Normalmente, los emprendedores que hacen uso de ellos suelen ser freelancers, nómadas digitales o startups que acaban de empezar en su sector y no tienen demasiado presupuesto para establecerse en una oficina propia.
Actualmente, la idea sigue siendo la misma que cuando se creó allá por el siglo XX: son lugares donde puedes trabajar y al mismo tiempo relacionarte con emprendedores de otros ámbitos y/o sectores. De esta manera, el conocimiento se multiplica y el ambiente laboral mejora con creces al no tratarse de la típica oficina.
El coworking, más presente que nunca en el ámbito laboral
Hablar de coworking, para muchos, es hablar del progreso. De ir un paso más allá. Evocan esa idea de despedir al jefe y tú mismo ser tu propio jefe. El dueño de tu proyecto. El amo y señor de tu empresa.
Con el tiempo, este tipo de espacios han ido evolucionando y actualizando debido a las necesidades de los trabajadores que operan en ellos.
No son solo un espacio de trabajo
Se han ido desarrollando de tal manera, que el concepto de espacio de trabajo, actualmente, se puede quedar corto.
Además de para trabajar, estos espacios solucionan una gran cantidad de problemas ofreciendo un gran abanico de servicios distintos. Algunos ejemplos pueden ser el acceso a zonas de trabajo debidamente equipadas (ordenadores, WiFi, etc.). Asimismo, también cuentan con zonas comunes donde hacer networking y descansar; salas de reuniones; espacios habilitados para ofrecer charlas, conferencias… En algunos casos, podemos encontrar incluso cafetería o una cocina equipada con lo más básico.
Espacios que ofrecen experiencias
El concepto de trabajo ha cambiado, y con él han nacido otros tipos de coworking donde se pueden dar incluso clases de yoga, asistir al gimnasio, organizar eventos, etc.
Lo primordial con todo esto es ofrecer las mejores experiencias para que el trabajador se encuentre cómodo en un espacio y no pierda el tiempo realizando gestiones que no le incumben, sino que pueda centrarse en lo verdaderamente importante: su trabajo.
Contacto entre la comunidad
Lo mejor de trabajar en un espacio de coworking, es la posibilidad que tienen los emprendedores de hacer contactos y entablar relaciones entre sí.
El espacio de trabajo se convierte de esta forma en un lugar donde crear sinergias profesionales, además de disfrutar de momentos de ocio. Esto en parte queda apoyado por su gran oferta de servicios distintos como workshops, afterworks, etc.
La llegada de los millenials
Gracias a la llegada de los millenials, el mercado laboral se ha ido poco a poco transformando. Ya no se busca el trabajo estable, de contrato indefinido y en un mismo lugar.
Ahora se ha cambiado ese concepto de trabajo para toda la vida por otro tipo de filosofía que consiste en ir probando. En trabajar en diferentes puestos para crear una amplia experiencia profesional hasta llegar al punto de montar un negocio propio de servicios con el que solucionar los problemas que puedan surgirles a personas afines.
El miedo al cambio se ha ido esfumando con el paso de los años. Por ello, la demanda de espacios como el coworking, donde poder trabajar de forma cómoda, sin depender de nadie y rodeado de otros profesionales con los que poder seguir creciendo, cada vez está más en auge.
Este tipo de espacios consiguen que el trabajo se adapte a la necesidad de quienes lo realizan, y no al contrario. Hoy puedes estar en una ciudad y mañana en otra muy distinta. Pero en cualquiera encontrarás un espacio dedicado al coworking en el que poder encajar y desde el que poder desarrollar tu proyecto.
El coworking ha sido un concepto que se ha ido desarrollando y evolucionando según los cambios y las necesidades, cada vez más diferentes entre sí, de los nuevos tipos de negocios. Sobre todo, debido a la irrupción del mundo digital.