La decisión de Xiaomi de acelerar sus planes de fabricación de vehículos eléctricos fue motivada, en gran medida, por las inesperadas sanciones impuestas por la administración de Donald Trump en 2021. Según ha declarado el consejero delegado (CEO) de la empresa, Lei Jun, si no fuera por el «enorme impacto» de estas sanciones, la compañía no habría «entrado precipitadamente» en la compleja industria automotriz.
El objetivo inicial de Xiaomi era competir directamente con fabricantes tradicionales como Tesla, BMW, Audi y Mercedes-Benz. Ahora, el grupo tecnológico chino planea entregar al menos 100.000 vehículos eléctricos SU7 este año, con un objetivo de ventas de 120.000 unidades. Estas cifras representan un aumento significativo con respecto a las expectativas publicadas a principios de este año, cuando la compañía estableció inicialmente su objetivo de ventas de 76.000 vehículos.
Xiaomi apunta a convertirse en uno de los cinco principales fabricantes de automóviles del mundo
Hasta el momento, el SU7 de Xiaomi está disponible únicamente en el mercado chino. Sin embargo, la firma tiene planes ambiciosos de expandir su presencia en el sector automotriz a nivel global. Según Lei Jun, el objetivo de Xiaomi es convertirse en uno de los cinco principales fabricantes de automóviles del mundo.
Para lograr este objetivo, la compañía ha acelerado significativamente sus planes de producción. Actualmente, ha entregado ya más de 25.000 vehículos eléctricos y espera alcanzar el objetivo de 100.000 unidades en noviembre de este año.
La amenaza de nuevos aranceles por parte de Trump
Esta semana, durante su discurso de aceptación de la nominación presidencial del Partido Republicano, Donald Trump dedicó parte de su tiempo a advertir sobre el futuro que le espera a la industria de los vehículos eléctricos si vuelve a ocupar el Despacho Oval de la Casa Blanca durante los próximos cuatro años.
El magnate estadounidense ha avisado que, de ser reelegido, impondría aranceles de importación de hasta el 200% a los vehículos eléctricos chinos fabricados en México. Esto representaría una nueva amenaza para la expansión de Xiaomi y otras marcas chinas en el mercado estadounidense.
Ante este panorama, la estrategia de Xiaomi de aceleración en la producción de vehículos eléctricos cobra aún mayor relevancia. La compañía busca consolidar su posición en el mercado chino y, al mismo tiempo, explorar oportunidades de crecimiento en otros mercados internacionales, antes de que eventuales barreras arancelarias puedan afectar sus planes de expansión global.