Vodafone España tiene prisa por comenzar a ahorrar costes salariales y los trabajadores que quieran apuntarse a la salidas voluntarias y las prejubilaciones posibles deben decidirse esta misma semana para estar fuera de la empresa a finales del mes de julio. La empresa quiere que el ERE se desarrolle con la máxima celeridad una vez que el 80% de la plantilla ha aceptado este martes la propuesta de la empresa, firmada el miércoles por los sindicatos. Así, las 898 salidas se basarán en tres criterios clave desde hoy mismo: la voluntariedad, la flexibilidad de recolocación de algunos perfiles y el desempeño basado en la evaluación de cada empleado.
Los sindicatos y empresa se muestran aliviados por haber conseguido un acuerdo, que como tal no es ni lo que quería la empresa inicialmente ni lo que hubieran querido los sindicatos; que no se hubiera producido ERE alguno.
Zegona planteaba inicialmente la salida de 1.198 personas con una indemnización de solo 24 días por año trabajado y 14 mensualidades. Finalmente se ha conseguido la salida de 898 personas, una indemnización de 45 o 33 días por año trabajado (45 hasta 2012 y 33 tras ese año en el que se aprobó la reforma laboral) con un máximo de 24 meses.
También la empresa ha claudicado al conceder prejubilaciones para las personas con más de 57 años y 10 de antigüedad, que se irá con el 80% del sueldo, la prohibición del despido a los mayores de 55 años, que tienen escasas posibilidades de reincorporarse a la vida laboral por cuestiones de edadismo, y una prima de 3.500 euros para los empleados con un salario por debajo de los 40.000 euros.
no se despedirá a los dos miembros de una pareja, a personas con discapacidad del 65% o con hijos que la tengan, los y las trabajadoras con reducción de jornada por cuidados a familiares vulnerables y a víctimas de violencia de género
Otros criterios más sociales que se han pactado son el compromiso de que la empresa no haga otro ERE hasta el último día de 2025, que no se despida a los dos miembros de una pareja, a personas con discapacidad del 65% o con hijos que la tengan, los y las trabajadoras con reducción de jornada por cuidados a familiares vulnerables y a víctimas de violencia de género.
En el último día en el que según la legalidad vigente se cumplía el plazo para llegar a un acuerdo, esta última propuesta de la empresa tras ocho reuniones con la que los tres sindicatos al frente de la negociación, UGT, CCOO y STC, no estaban satisfechos, se sometió al escrutinio de los 3.268 trabajadores de Vodafone España a través de una asamblea, para que entre todos decidieran. A última hora de la tarde del martes se supo que el 79,6%, es decir, 1.821 empleados y empleadas de los 2.289 que votaron habían decidido refrendar el acuerdo, mientras que 488 personas votaron en contra.
VODAFONE Y LOS TRES CRITERIOS PARA LAS SALIDAS
Según las organizaciones sindicales, tras un proceso realmente duro, los trabajadores han aceptado el mal menor, porque la comunicación con la plantilla ha sido constante y era conocedora de la situación; no se negociaba con Vodafone, sino con un fondo de inversión. Esta vez era muy difícil, saben que hemos hecho todo lo posible durante las negociaciones y que gracias a la presión y visibilidad de la plantilla, y a las movilizaciones, que incluso han interpelado al Gobierno, se dio un giro en la negociación y hemos podido llegar hasta estas condiciones.
Con la interpelación al Gobierno se refieren a haber hablado con el Ministerio de Trabajo, a que la Inspección de Trabajo «se ha puesto muy dura con la empresa» y a la reunión que mantuvieron los líderes sindicales Unai Sordo (CCOO) y Pepe Álvarez (UGT) con el ministro José Luis Escrivá durante la concentración frente al Ministerio de Transformación Digital, artífice de la autorización de la compra de Zegona de Vodafone España. Los sindicatos tenían claro que era la plantilla quien debía decidir, «que esto es lo menos malo» porque las condiciones acordadas siguen sin ser las más óptimas a pesar de haber conseguido un pequeño giro negociador al final.
«Lo menos malo», teniendo en cuenta la legislación española, también ha sido evitar las consecuencias de no firmar el acuerdo, que habría derivado en una denuncia ante Magistratura de Trabajo, que tarda en resolverse y puede haber además recursos. «Las condiciones de despido improcedente ya las teníamos, y es lo más fácil de conseguir por vía judicial, no así el despido nulo» explican fuentes sindicales.
para decidir quién se va y quién no se han establecido en el plan social unos criterios objetivos cuyo cumplimiento hay que vigilar que se basan, primero, en la voluntariedad, la movilidad flexible de perfiles y puestos y el desempeño evaluado
Ahora, para decidir quién se va-y quién no- se han establecido en el plan social unos criterios objetivos cuyo cumplimiento hay que vigilar que se basan, primero, en la voluntariedad. «Y ahí entran los prejubilados, de los que aproximadamente hay unos 114, los que se quieren ir con su indemnización (que no están agusto o que tienen ya alternativas laborales fuera de la empresa)».
Como con la voluntariedad no se van a alcanzar las 898 salidas, el segundo criterio a aplicar será el de la movilidad flexible de perfiles y puestos. «Si un puesto de trabajo es amortizable, no se despide a la persona que tenga un perfil profesional flexible, si puede ocupar los puestos que quedan libres con las salidas voluntarias que no se pueden quedar sin cubrir». El tercer criterio es el desempeño, que se establece con las evaluaciones realizadas por la empresa «supuestamente objetivas» que se realizan anualmente. El cuarto supuesto son las personas protegidas por las circunstancias sociales ya referidas.
SALIDAS RESUELTAS EN 15 DÍAS
Las políticas que está llevando a cabo Vodafone España incluyen el desmantelamiento de filiales y secciones no lucrativas, como es el caso de su división eléctrica que tiene pérdidas porque, según las fuentes consultadas, «es una empresa de nueva creación (2022), y que solo cuenta ahora mismo con un trabajador», la revitalización comercial con todo tipo de ofertas y el ahorro en costes laborales.
Las mismas fuentes confirman a MERCA2 que el equipo liderado por José Miguel García quiere que las salidas voluntarias, que afectarán a absolutamente todos los departamentos (legal, RRHH, ingeniería con titulaciones superiores y técnicos de redes y de sistemas, administrativos, comerciales… todos) tienen que decidirse a lo largo de lo que queda de esta semana, para salir a finales de mes y que no tengan ya que pagar la nómina de agosto. Quieren que el grueso de las salidas se produzcan este mes. En el caso de las jubilaciones, el plazo es hasta el 31 de septiembre. «Tras los voluntarios y las jubilaciones, vendrá lo feo, lo peor y lo más duro», indican estas fuentes.
tiene que decidirse a lo largo de lo que queda de esta semana, para salir a finales de mes «y ya no cobrar la nómina de agosto. Quieren que el grueso de las salidas se produzcan este mes. En el caso de las jubilaciones, el plazo es hasta el 31 de septiembre
Fuentes de Vodafone confirman que el planteamiento de la empresa para resolver el ERE va en esa línea en cuanto a los tiempos, y que ha sido estudiado por el departamento legal para que se pueda producir con la celeridad descrita. Los sindicatos han solicitado a la compañía que diera un poco más de margen, porque cada salida es una persona «una situación familiar y económica distinta», pero la dirección ya tiene su «planing super ajustado, y si dan margen no llegan al 31 de julio con la mayor parte de las salidas resueltas».
El ajuste va a afectar a sectores de la empresa en los que hay altos niveles de profesionalización, estando ya la plantilla tan ajustada, tras cinco ERE desde 2013, lo que puede tener repercusiones en en el día a día, pero las fuentes consultadas indican que el CEO ya ha dejado bien claro que Vodafone España «puede ser rentable pero si hacemos las cosas de otra manera». Para los sindicatos consultados «es verdad que Vodafone España puede ser rentable si se hacen las cosas bien, porque se han hecho mal muchos años, pero el fallo es que lo quieren hacer bien sin gente.
En efecto, entienden que hacer las cosas de manera diferente a como las hacía Vodafone Group, «que tenía sus propios tiempos, más es fácil y se puede hacer, pero no con tan pocas personas». Al preguntar por qué cosas se hicieron mal, coinciden en apuntar también a la compra de la red de fibra y coaxial híbrida HFC de Ono en 2014 y en no haber apostado por la tecnología de Fibra hasta el Hogar (FTTH), el abandono de la oferta de fútbol en el paquete televisivo, y la negativa a entrar en el mercado mayorista para ofrecer soporte de red a las OMV, «cosa que se ha hecho tarde» con, por ejemplo, la red que utiliza Finetwork.
Los trabajadores de Vodafone España entienden que los dos últimos «fallos» referidos eran argumentos lógicos, pero también decisiones que la empresa inglesa tomó en solitario, mientras que Telefónica y Orange siguieron adelante. «El fútbol era un gasto enorme y no facilitar como mayorista la competencia de pequeñas operadoras se entendía como argumento. Pero esos cambios en el mercado no puede acometerlos, mediante el desmarque, una compañía sola».
Desde los sindicatos negociadores indican que tras la vorágine del ERE que se quiere solucionar en estos mese vacacionales, en breve, además, van a tener que volverse a sentar a negociar el convenio colectivo cuya vigencia finaliza con el actual año fiscal, «por lo que debemos empezar a negociar en octubre como muy tarde».