Los superalimentos están de moda, eso ha quedado claro, y cada vez más personas lo incorporan a su dieta diaria y a sus batidos verdes détox que les ayudan a mantener la línea – o al menos eso es lo que queremos pensar -. La espirulina, conocida como alga verdeazulada, es el último superalimento en incorporarse a la ya larga lista de suplementos fitness.
Vamos a dedicarnos a conocer todas sus propiedades, de dónde viene, sus beneficios y los usos que le podemos dar a este alimento que, a primera vista, parece de lo más completo.
Propiedades de la espirulina
Para empezar, debemos aclarar que la espirulina es una cianobacteria con forma de espiral con un color verdoso tirando a azul. Esta mezcla de color se debe a la clorofila, que es la que le da el color verde, y a la ficocianina, que es el componente que le da la tonalidad azulada. Destaca por ofrecer proteínas mucho más digeribles que las de carne animal y por su concentrado de nutrientes.
El contenido proteico ronda el 60% en el alga ya deshidratada y ofrece además fibra, hidratos complejos y grasas poliinsaturadas, entre otras, que son muy necesarias para que el organismo funcione correctamente. Asimismo, destaca su aporte de vitaminas y minerales como, por ejemplo, las vitaminas del complejo B, calcio, hierro, potasio, yodo, carotenos y vitamina E, vaya, que parece que la espirulina es el Chuck Norris de los superalimentos.
Beneficios de la espirulina
Aunque esto hay que tomárselo con calma, podemos decir que los beneficios que aporta la espirulina son múltiples y se suele usar como complemento alimenticio por todo el provecho que se puede sacar de ella.
La espirulina es capaz de estimular las células de defensas y la producción de anticuerpos, por lo que se podría decir que es un protector natural del sistema inmunológico. Puede intervenir en el proceso de desarrollo de algunos tipos de virus y de bacterias, incluso algunos especialistas han indicado que tiene un efecto anticancerígeno natural, aunque, claro está, esto está aún por ver.
Al tener un alto contenido en fibra, la espirulina actúa como alimento prebiótico en el intestino, por lo que favorece todo el proceso de la digestión y la actividad de la flora intestinal. También se ha estudiado su capacidad para disminuir la radiotoxicidad y la nefrotoxicidad, pero esto aún está en vías de desarrollo, por lo que no podemos afirmarlo con total certeza.
Reduce el daño muscular y el estrés oxidativo que suele aparecer en personas que comienzan a hacer deporte después de un largo período de inactividad, por lo que se ha deducido que es un complemento deportivo ideal tanto para los que empiezan como para los que ya llevan un tiempo de entrenamiento.
Un estudio publicado en Cardiovascular Therapeutic también afirma que la espirulina podría prevenir afecciones cardíacas por su poder antiinflamatorio, al igual que también podría ayudar a controlar la glucosa en sangre. Vaya, que la espirulina lo tiene todo.
Dónde usar la espirulina
A ser un alimento nuevo, en concreto un superalimento, puede ser complicado añadirlo a nuestro recetario, pero, realmente es más fácil de lo que pensamos.
Para empezar, la espirulina podréis encontrarla de dos formas, o bien fresca, como otro vegetal, o bien en polvo en forma de suplemento. La versión en polvo es ideal para los batidos verdes tras el entrenamiento o como complemento en el desayuno, y la versión fresca se puede usar como cualquier otro tipo de hoja.
Podéis hacer empanadillas, salteados e incluso ensaladas para acompañar al plato principal. Existen mil opciones en este caso, lo único que tenéis que hacer es probar y seguir probando, seguro que encontráis la receta perfecta para vosotros.