En un mundo laboral en constante evolución, las empresas españolas se enfrentan a un desafío significativo: conectar y retener a las generaciones más jóvenes en sus filas. Según un reciente informe elaborado por la Fundación Human Age Institute, iniciativa impulsada por ManpowerGroup, las organizaciones están experimentando una serie de retos al intentar atraer y mantener a los profesionales que llevan menos de una década en el mercado laboral.
El estudio, titulado «Conectando las nuevas generaciones con el mundo del empleo. Retos y oportunidades», arroja luz sobre las principales preocupaciones de las empresas en relación con el talento joven. La encuesta, que abarcó a 1.050 compañías de diversos sectores en todo el territorio nacional, revela que la fidelización y la motivación de los profesionales, junto con el alto nivel de exigencia en cuanto a herramientas tecnológicas, son los dos obstáculos más prominentes que enfrentan las organizaciones al tratar de establecer vínculos sólidos con las nuevas generaciones.
El desafío de la retención y la tecnología
La retención del talento joven se ha convertido en una prioridad para las empresas españolas. Los resultados del informe indican que la fidelización y la motivación de los profesionales más jóvenes representan el mayor reto para las organizaciones. Este fenómeno puede atribuirse a diversos factores, como las expectativas cambiantes de las nuevas generaciones en relación con el trabajo, la búsqueda de un propósito más allá del salario y la necesidad de un equilibrio entre la vida personal y profesional.
Paralelamente, el nivel de exigencia en cuanto a herramientas tecnológicas se posiciona como el segundo desafío más importante. Las generaciones más jóvenes, que han crecido en un entorno digital, esperan contar con tecnología avanzada en sus lugares de trabajo. Esta expectativa obliga a las empresas a mantenerse al día con las últimas innovaciones y a invertir constantemente en la actualización de sus sistemas y herramientas.
La conciliación entre la vida laboral y personal, así como las expectativas de compensación, ocupan el tercer y cuarto lugar respectivamente en la lista de retos que deben afrontar las empresas para atraer y retener al talento joven. Estos factores subrayan la importancia que las nuevas generaciones otorgan a un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida privada, así como a una remuneración justa que refleje su valor y contribución a la organización.
Estrategias para conectar con el talento joven
Frente a estos desafíos, las empresas españolas están adoptando diversas estrategias para mejorar su capacidad de atraer y retener al talento joven. Una de las principales acciones que están llevando a cabo es la inversión en mejoras tecnológicas. Esta iniciativa no solo responde a las expectativas de las nuevas generaciones en cuanto a herramientas de trabajo avanzadas, sino que también puede contribuir a aumentar la productividad y la eficiencia en la organización.
Otra estrategia clave que están implementando las compañías es la apuesta por el bienestar de los profesionales. Este enfoque holístico reconoce que el rendimiento y la satisfacción laboral están estrechamente vinculados con el bienestar general de los empleados. Las empresas están desarrollando programas que abordan aspectos como la salud mental, el equilibrio entre trabajo y vida personal, y el desarrollo profesional continuo.
La diversidad y la inclusión también se perfilan como elementos fundamentales en las estrategias de atracción y retención de talento joven. Margarita Álvarez, directora de la Fundación Human Age Institute, destaca la importancia de desarrollar estrategias específicas para atraer y comprometer al talento junior, señalando que la diversidad, en su sentido más amplio, es clave para garantizar la sostenibilidad social de las compañías.
El desajuste de habilidades y la formación continua
Un aspecto crítico que revela el informe es el desajuste de habilidades entre lo que demandan las empresas y las competencias que poseen los candidatos jóvenes. El 78% de las compañías a nivel nacional y el 75% a nivel global coinciden en la existencia de este desajuste, tanto en habilidades técnicas como en las llamadas «soft skills» o habilidades blandas.
Para abordar esta brecha, iniciativas como el proyecto Empass, desarrollado en colaboración con Junior Achievement Europa y otros socios europeos, están trabajando en programas de microcredenciales. Estos programas tienen como objetivo permitir que los jóvenes con estudios de Formación Profesional puedan desarrollar y certificar las competencias blandas más demandadas en el mundo laboral.
La investigación realizada en el marco de este proyecto ha identificado que la comunicación, el trabajo en equipo, el aprendizaje continuo y la resolución de problemas son las cuatro competencias blandas más solicitadas actualmente por las empresas que contratan perfiles junior. Además, se ha detectado que la gestión de conflictos, la responsabilidad, el compromiso y la resolución de problemas son las habilidades más difíciles de encontrar en estos perfiles.
Es evidente que el panorama laboral está experimentando una transformación significativa, impulsada en gran medida por las expectativas y necesidades de las nuevas generaciones. Las empresas que logren adaptar sus estrategias para abordar estos desafíos no solo mejorarán su capacidad para atraer y retener talento joven, sino que también se posicionarán como organizaciones innovadoras y orientadas al futuro. La clave parece residir en un enfoque integral que combine la inversión tecnológica, el fomento del bienestar, la promoción de la diversidad y el desarrollo continuo de habilidades relevantes para el mercado laboral actual y futuro.