Muchos se preguntarán por qué es tan importante para su pequeña economía lo que diga y haga el Banco Central Europeo, cuando se pregunta a pie de calle siempre dicen que son los bancos los que les perjudican porque les han modificado alguna condición o cuando han ido a negociar algún préstamo (consumo o hipotecario) las condiciones son peores.
Es importante que en nuestra educación financiera se inculque el interés por saber las consecuencias de las decisiones del BCE, ya que las entidades financieras a las que acudimos son reactivas a estas y son con quien realmente nos relacionamos.
En este sentido, la última decisión de penalizar hasta el 0,5% la facilidad de depósito a los bancos les obliga a penalizar al cliente principalmente a los ahorradores. Al final, lo que el BCE quiere que hagan los bancos, que el dinero fluya, es lo mismo que los bancos quieren para con sus clientes. El problema está en que la demanda en financiación es muy inferior al volumen de liquidez que hay disponible, por eso vemos tantas ofertas atractivas para préstamos pero ninguna para depósitos. El Euribor ha sido fiel reflejo de la política monetaria del BCE, bajando cuando los tipos se reducen quitando presión al hipotecado pero penalizando al ahorrador. Ni siquiera el “tiering” (aplicación por niveles de las tasas a los excesos de liquidez) es una solución, porque los pequeños ahorradores (la gran mayoría) apenas notarán las subidas, mientras que las grandes fortunas e instituciones (planes de pensiones) sí que se verán perjudicados.
En cualquier caso, el exceso de liquidez perjudica a la renta fija, que pierde interés cada día que pasa llegando a dar señales de reversión de las curvas de tipos en momentos puntuales, mientras que por otro lado la medida impulsa el atractivo por los activos de riesgo que ven como los esteroides del BCE (y ahora de la FED) impulsa a los índices a niveles máximos de pre-crisis, con la salvedad de ser más conscientes que la crisis de deuda está cada vez más cerca.
Pero al mercado la medida le supo a poco, con cierta decepción aunque haya habido una desbandada de la renta fija, el euro se haya fortalecido frente al dólar o la libra esterlina.