Asaja Castilla-La Mancha organiza manifestaciones para septiembre en demanda de protección para la producción nacional de cereales

La crisis del sector cerealista en España ha alcanzado un punto crítico, llevando a la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha a anunciar medidas drásticas para el mes de septiembre. La organización ha decidido convocar movilizaciones con el objetivo de exigir al Gobierno de España y a las instituciones europeas competentes que tomen acciones concretas para poner fin a la situación de indefensión que están experimentando los productores de cereal. Esta decisión surge como respuesta a la llegada masiva de barcos cargados de grano a los puertos españoles, lo que está provocando una caída significativa en los precios del cereal nacional.

La decisión de movilizarse se tomó durante una reunión urgente de la sectorial del Cereal de Asaja Castilla-La Mancha, celebrada en Cuenca. En este encuentro, se puso de manifiesto la creciente preocupación del sector, no solo por la paulatina reducción de la superficie destinada al cultivo de cereales a nivel nacional en los últimos años, sino también por la constante caída de precios que están sufriendo los productores. Esta situación está llevando a muchos agricultores a dejar su cosecha en depósito, ya que los precios actuales no cubren siquiera los costes de producción, enfrentándose así a pérdidas que consideran inasumibles.

La inacción gubernamental y la competencia desleal

Asaja Castilla-La Mancha ha acusado al Gobierno de mantener una actitud de «brazos caídos» frente a esta crisis. La organización insta a las autoridades a iniciar un proceso de inspección en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para verificar si se están llevando a cabo prácticas ilegales en la importación de cereal. El presidente de Asaja CLM, José María Fresneda, argumenta que si se realizan este tipo de inspecciones en otros sectores, como el del automóvil, no hay razón para no hacerlo en el sector agrario.

La organización exige controles más estrictos en la trazabilidad y condicionalidad del cereal proveniente de terceros países. Se busca asegurar que estos productos cumplan con las mismas normas que se exigen a los agricultores españoles. Además, Asaja CLM propone la aplicación de aranceles disuasorios o el incremento de los precios de intervención para evitar que el precio del cereal en puerto provoque el hundimiento del cereal producido en España.

La pasividad de la Comisión Europea también ha sido objeto de críticas por parte de Asaja CLM. Según la organización, la institución europea permite importaciones sin control, sin valorar las repercusiones negativas que esto tiene para el mercado cerealista español. Esta situación mantiene al sector sumido en una crisis permanente, afectando gravemente la viabilidad económica de los productores nacionales.

El impacto de las importaciones masivas en el mercado nacional

Durante la reunión sectorial, se recordó el impacto devastador que tuvieron las importaciones masivas en la campaña anterior. Se estima que el 50% del cereal producido por Rusia y Ucrania llegó a España, lo que provocó una caída drástica de los precios. Esta situación agravó aún más una campaña ya de por sí catastrófica, en la que solo se recolectaron 9 millones de toneladas de cereal en el país.

El presidente de Asaja CLM, José María Fresneda, ha calificado de contradictorias las políticas europeas que, por un lado, destinan fondos para incorporar a jóvenes a la agricultura y, por otro, permiten que el sector esté sumido en una crisis de precios que hace inviable su rentabilidad. Fresneda se pregunta retóricamente si lo que se pretende es empujar a los jóvenes a ejercer una actividad con la que se van a arruinar.

La situación actual está llevando a muchos agricultores a replantearse su futuro en el sector. Con precios que no cubren los costes de producción y una competencia internacional que parece operar bajo reglas diferentes, el panorama para los productores de cereal españoles es desalentador. Esta crisis no solo afecta a los agricultores actuales, sino que también disuade a las nuevas generaciones de considerar la agricultura como una opción de carrera viable.

Las movilizaciones como última esperanza del sector

Ante la gravedad de la situación, Asaja CLM ha decidido tomar medidas más contundentes. La organización acordará en próximas reuniones tanto el calendario de movilizaciones como otras acciones para dar a conocer y alertar sobre la grave situación que están atravesando los productores de cereal. Estas movilizaciones se planean para finales del mes de septiembre, una vez que los agricultores hayan concluido las campañas de recolección.

La elección de septiembre para las movilizaciones no es casual. Este mes marca el inicio de un nuevo año agrícola, y si las circunstancias actuales se mantienen, los productores se enfrentarán a otro año en crisis. Las protestas buscan no solo llamar la atención sobre la situación actual, sino también presionar por cambios significativos en las políticas agrarias tanto a nivel nacional como europeo.

Asaja CLM hace un llamamiento a todos los agricultores para que participen en estas movilizaciones. La organización considera que solo a través de una acción colectiva y coordinada se podrá ejercer la presión necesaria para lograr cambios significativos. El objetivo es lograr que tanto el Gobierno español como las instituciones europeas tomen medidas concretas para proteger el sector cerealista nacional y garantizar su viabilidad a largo plazo.

Esta crisis del sector cerealista no es un problema aislado, sino que refleja desafíos más amplios en la agricultura europea. La necesidad de equilibrar la competitividad en el mercado global con la protección de los productores locales, así como la implementación de políticas agrarias coherentes y sostenibles, son temas que requieren una atención urgente. Las próximas movilizaciones de Asaja CLM podrían ser un punto de inflexión en este debate, marcando el inicio de un diálogo más profundo sobre el futuro de la agricultura en España y en Europa.