Planas fija el otoño como fecha clave para la Ley de Agricultura Familiar

En los últimos años, el sector agrícola y ganadero en España ha enfrentado diversos desafíos, desde las fluctuaciones de precios hasta los impactos de las políticas comerciales internacionales. Sin embargo, en medio de este panorama, surge una iniciativa clave que promete revitalizar y fortalecer la columna vertebral de la producción alimentaria del país: la futura Ley de Agricultura Familiar.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha anunciado que en los próximos meses se definirá el contenido de esta ley, con el objetivo de tener un anteproyecto listo para finales de este año o principios de 2025. Esta ley representa un hito importante, ya que las explotaciones familiares constituyen el 81% de las 914.000 explotaciones agrarias en España, un pilar fundamental de la seguridad alimentaria y el desarrollo rural.

FORTALECIENDO LA AGRICULTURA FAMILIAR: UNA PRIORIDAD NACIONAL

Planas ha resaltado la importancia de esta ley, señalando que «es una estructura que nos permite un mayor arraigo, mayor posibilidades de ingresos para nuestros agricultores familiares y profesionales y una vinculación social económica territorial en nuestro medio rural que es muy importante, además de unos efectos muy interesantes desde el punto de vista del cuidado medioambiental». Esta iniciativa se enmarca en un esfuerzo más amplio del Gobierno por apoyar al sector primario, con la implementación de 43 medidas, de las cuales 14 ya se encuentran plenamente ejecutadas y 11 se encuentran en un estado «muy avanzado.

Más allá de la Ley de Agricultura Familiar, el Ministerio también está trabajando en la elaboración del Plan Estratégico Nacional de España, que servirá como «mapa de ruta» para el desarrollo del sector en los próximos años. Asimismo, se encuentra en trámite parlamentario el Proyecto de Ley para Reducir la Pérdida y el Desperdicio Alimentario, otra pieza clave en la estrategia integral del Gobierno para fortalecer la resiliencia y sostenibilidad de la cadena agroalimentaria.

DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES EN EL ESCENARIO GLOBAL

En un contexto internacional marcado por tensiones comerciales, Planas ha expresado su confianza en que la Comisión Europea pueda llegar a un «entendimiento» o acuerdo con China, tras la investigación iniciada por este país sobre el porcino y el brandy en respuesta a los aranceles impuestos por la UE a sus coches eléctricos. El ministro ha señalado que los «conflictos comerciales» son especialmente perjudiciales cuando se utilizan los productos agroalimentarios como «mecanismo de reparación», ya que en última instancia, son los ciudadanos quienes sufren las consecuencias.

Por otro lado, Planas ha destacado que el Gobierno español ha sido el que ha destinado más recursos al sector primario en los últimos dos años, con casi 4.000 millones de euros en ayudas, de los cuales 1.380 millones corresponden a ayudas directas. Esta cifra supera incluso a las aprobadas por Alemania y Francia, lo que demuestra el compromiso del Ejecutivo con la revitalización del campo español.

UNIENDO ESFUERZOS: EL PAPEL DE LOS SINDICATOS

En este escenario, los sindicatos desempeñan un papel crucial. El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Lorenzo Ramos, ha destacado la importancia de las explotaciones familiares, que «garantizan los alimentos de calidad, que vivimos en nuestros pueblos y, por lo tanto, vertebramos el territorio, vivimos allí con nuestras familias, damos empleo y somos un modelo absolutamente sostenible».

Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha defendido el papel del sindicato en la defensa de los pequeños y medianos agricultores, haciendo hincapié en la Ley de la Cadena Alimentaria como un «instrumento que tenemos que utilizar a fondo» para evitar que las grandes distribuidoras y productores abusen de su poder de mercado.

En resumen, la promulgación de la Ley de Agricultura Familiar, junto con el apoyo gubernamental y la participación activa de los sindicatos, representa una oportunidad histórica para fortalecer el corazón del sector agroalimentario español, garantizando la seguridad alimentaria, la sostenibilidad ambiental y el desarrollo socioeconómico de las zonas rurales. Este esfuerzo conjunto sentará las bases para un futuro más próspero y resiliente para los agricultores y ganaderos familiares de todo el país.