Más que un espacio verde, el Jardín de Lloret de Mar de Santa Clotilde es un parque monumental donde esculturas naturales y miradores al Mediterráneo se entrelazan para ofrecer una experiencia única.
1El Jardín de Lloret digno de la familia Real
No sería exagerado decir que, 105 años después, los Jardines de Santa Clotilde coronan más de un siglo de monumentalidad. Por estos jardines ha paseado la realeza, incluyendo a S.A.R. Leonor de Borbón, Princesa de Asturias y Princesa de Girona. Hoy, junto a su hermana S.A.R. Sofía de Borbón, visitan Lloret de Mar para presidir la entrega de los premios Princesa de Girona, un evento que resalta la excelencia y el talento joven en diversas disciplinas.
Antes del acto en el Palacio de Congresos Costa Brava de Lloret de Mar, las princesas Leonor y Sofía de Borbón se reunirán con jóvenes participantes de los programas de la Fundación Princesa de Girona en el emblemático oasis de la ciudad. Este pulmón verde, reabierto hace más de una década como parque monumental, atrae anualmente a más de 100.000 visitantes, ofreciendo un escenario ideal para eventos culturales y educativos de gran importancia como este.
Pero, el jardín de Lloret es un testigo vivo de la historia más reciente de Lloret. Su dueño, el Marqués de Roviralta, quien se había enriquecido gracias a un laboratorio de glicina, apostó por comprar una finca vitivinícola que había sido arrasada por la filoxera. Para elló, confió en el joven arquitecto Nicolau Maria Rubió i Tudur para crear un jardín renacentista de inspiración italiana en el que primaran las plantas mediterráneas con pinos, tilos, alberos y pitosporos ofreciendo sus sombras.
El jardín de Lloret en resultado es un conjunto de terrazas, plazas y laderas excepcionalmente cuidadas que recibe al viajero con una pequeña avenida de cipreses, símbolo de hospitalidad, un valor que caracterizó la vida del Marqués, quien acostumbraba a invitar a merendar a los niños de Lloret cada 6 de enero. Pero esto es solo el comienzo. En los 26.830 m2 de jardines con vistas al mar, Santa Clotilde reparte sus teselas vegetales en diferentes niveles, dando a lugar a hermosas escalinatas decoradas con hiedras que le dan un toque inglés y salvaje a este elemento arquitectónico.
La más característica de todas es la Escalera de las Sirenas, bautizada así por estar flanqueada por unas esculturas de bronce de María Llimona en las que están representadas estas figuras mitológicas, en este caso con dos colas. Un rincón fotogénico que preludia las escenografías que vienen después.
Los Jardines de Santa Clotilde, dedicados a la primera esposa del Marqués, son un maridaje perfecto de arquitectura, paisajismo y botánica en el jardín de Lloret de Mar. Sus miradores fusionan líneas renacentistas con vistas panorámicas de la Costa Brava: acantilados imponentes, pinos majestuosos y playas escondidas. Este oasis es un testimonio vivo de la elegancia y la tranquilidad, atrayendo a visitantes que buscan la belleza natural y la serenidad que solo un lugar como este puede ofrecer.