La Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliaria (FAI) ha emitido una alerta sobre la grave crisis que enfrenta el mercado del alquiler en España. Sus datos revelan una caída del 37,2% en la oferta de vivienda para alquiler habitual en el último año, mientras que la demanda ha crecido un 20,23% durante el mismo período.
Este desequilibrio entre la oferta y la demanda ha provocado un aumento significativo en los precios de los alquileres, situación que está obligando a los inquilinos a destinar entre el 45% y el 56% de sus ingresos para cubrir el costo de la renta. Alfaro, presidente de FAI, advierte que esta situación puede derivar en problemas de infravivienda y morosidad si no se toman medidas efectivas.
El Perfil del Arrendador y del Arrendatario
Según el estudio de FAI, el perfil del propietario típico en España es el de una persona o familia de 49,3 años, que en el 42% de los casos arrienda su vivienda como una inversión a largo plazo para asegurar su jubilación o el pago de una residencia de mayores. Otros motivos comunes son el cambio de casa (32,8%), la herencia (19,3%) y el traslado laboral (15,4%).
Por otro lado, el perfil del inquilino muestra que el 73,5% son parejas, mientras que solo el 17,3% son personas solas. La franja de edad predominante se sitúa entre los 30 y 40 años. Además, el 40,7% de los arrendatarios son parejas con hijos, y el 32,8% son parejas sin hijos.
Tipos de Alquiler y Esfuerzo Económico de los Inquilinos
El estudio revela que el alquiler temporal, ya sea por motivos laborales (14,7%) o de estudios (10,3%), representa el 25% de los arrendamientos. En cuanto al uso de la vivienda, el 39,2% de los inquilinos la utiliza como vivienda habitual por cambio de casa, mientras que el 30,1% lo hace por emancipación.
Uno de los hallazgos más preocupantes es que la mitad (50,01%) de los alquileres en España requiere de más de un sueldo o ingresos de más de una persona para poder cubrir la renta mensual. Esto se traduce en un esfuerzo económico muy elevado para los inquilinos, quienes deben destinar entre el 45% y el 56% de sus ingresos al pago del alquiler.