Para dejar el tabaco lo primero que tienes que tener claro es que “realmente quieres dejarlo”. Son muchas las personas que dicen que van a dejar de fumar, pero realmente es algo que se dice al igual que lo de “mañana empiezo la dieta”. Ese mañana nunca llega, porque en el fondo no quieres hacerlo.
Una de las cosas más importantes a la hora de abandonar el tabaco para siempre es tener motivación para dejarlo. Sin eso no vas a conseguirlo nunca. Puedes dejar de fumar por voluntad propia o con ayuda de fármacos indicados para ello.
Conseguir dejar el tabaco por tus propios medios es bastante complicado y de los cien que lo intentan tan solo seis lo consiguen. Si acudes al médico a que te dé algunos consejos la cifra de los que lo logran asciende hasta 10. Sin embargo, si tomas medicinas para dejar el tabaco el índice sube hasta un máximo de cincuenta.
Abandonar el hábito de llevarse un cigarro a la boca consta de tres puntos:
- Querer realmente dejarlo.
- Tener una motivación para hacerlo.
- Saber cómo dejarlo.
Planificación
Primero tienes que olvidarte de ese “es el último y lo dejo” que todos dicen, así como también del “no es el momento”. Para dejar el tabaco tienes que tener la convicción de que realmente es lo que quieres y lo que vas a hacer.
No tienes por qué comenzar dejándolo de la noche a la mañana. Puedes empezar con ponerte un límite de cigarros al día e ir reduciéndolo paulatinamente.
Lo más importante es que hagas tus planificaciones; es decir, si te fumas un paquete al día, que son veinte cigarros, coge la agenda y marca una fecha tope. Haz una reducción gradual en la que el día que ya no te toque fumar el golpe sea menos fuerte.
Sacrificio
Igual de importante que hacer una planificación previa y estar convencido de dejar el tabaco, otro punto a tener en cuenta es ser consciente del sacrificio que supone. Los fumadores sienten una mezcla encontrada de sentimientos. Por un lado, estás mal por fumar y por otra la sensación placentera de la nicotina.
Debes leer todo lo que puedas sobre los beneficios de dejar de fumar y lo que ganarás al abandonar el vicio del tabaco. Es primordial que conozcas las ventajas que te supondrá ese esfuerzo.
Es un sacrificio que te costará mucho trabajo y fuerza de voluntad, no debes pensar “lo dejo cuando quiera”. No es fácil dejar el tabaco, de lo contrario nadie fumaría.
Nunca más
Tienes que tener claro que no es “pan para hoy y hambre para mañana”. Dejar el tabaco es una decisión que debe ser para el resto de tu vida. Si le vas dando caladas a los cigarros, aunque tan solo sea una, también es fumar.
No te engañes a ti mismo. No le digas al mundo que has dejado de fumar y luego te escondas en el baño a hacerlo a escondidas para no sentir que los has defraudado. Abandonar el tabaco no es por el qué dirán, es por tu bien.
La forma más común de fracasar en tu intento de dejar de fumar es dar de nuevo esa primera calada. En el momento que lo pruebes, vuelves a ser fumador. Los daños que le provocas a tu cuerpo con el tabaco no desaparecen por completo hasta pasados diez años, no tires tu tiempo ni acortes tu vida.
¿Puedes dejar el tabaco solo?
Otro punto a tener en cuenta es que te preguntes si te ves con fuerzas para dejar el tabaco siguiendo los pasos anteriores o si necesitas ayuda externa.
Si lo vas a hacer solo tienes que coger toda la información que te sea posible y empaparte de todo lo que te digan los libros sobre cómo hacerlo. Pero, sobre todo, como te he dicho antes, informarte de los beneficios.
Puedes pedir cita con tu médico de cabecera para que te informe sobre las técnicas para abandonar el tabaco como atención primaria o si ya tienes problemas de salud, como cáncer, embarazo, bronquitis o asma, debes acudir a un especialista que te ayude.
Escoger el momento
Ya es bastante difícil dejar el tabaco en situaciones normales, pero aún lo es más si tienes eventos o celebraciones de por medio. Cuando dejas de fumar sigues el humo del tabaco con la nariz como en los dibujos animados los muñecos la comida.
Para centrarte realmente en la forma de dejar el tabaco necesitas, al menos, cuatro consultas que durarán diez minutos durante diez meses y así no recaer en el tabaquismo.
Cuando planifiques el día en el que dejarás de fumar procura mirar que en los diez primeros días sin tabaco no hay ningún tipo de evento social en el que el resto del mundo esté echando humo. El estrés del principio es bastante elevado, es mejor que no lo aumentes con situaciones como celebraciones, mudanzas, exámenes o tener mucho trabajo.
Mentalización
En la vida te encontrarás momentos en los que las listas y las balanzas te ayudarán a tomar decisiones. En el caso de dejar el tabaco es muy importante que tengas claro los motivos por los que lo abandonas.
Haz una lista con los beneficios de seguir y con los contras, puntuándolos de cero a diez, siendo el cero nada importante y el 10 muy importante. Una vez que hayas concluido tu lista suma y mira a ver cuál de las dos listas pesa más. NO LAS TIRES.
No pierdas las listas y tenlas presentes en los sitios donde más fumabas. El ser humano se rige por costumbres. Es normal que si estabas acostumbrado a fumar cuando ves la televisión o cuando estás en el ordenador, sea entonces cuando peor lo pases. Deja la lista cerca para que puedas recordar por qué el esfuerzo merece la pena.
Preparación
Como te he dicho antes, debes saber el número de cigarros que te toca fumar ese día y si vas a salir a la calle llevarte tan solo los que te corresponden. No sirve de nada comprarte otro paquete cuando estés fuera de casa. Te repito que solo te engañas tú mismo.
En los cinco primeros días que estés con la reducción de tabaco no debes coger de nadie ni ofrecer. Tienes que tener en cuenta los cigarros que te tocan y no salirte ni para más ni para menos. Tiene que ser gradual.
Si estás acostumbrado a fumar en toda la casa es importante que te acotes los lugares y deben ser donde más fumes. Es decir, deja tan solo dos sitios en la casa en los que fumar, y si puede ser uno, aún mejor. No tengas el tabaco en la mano, es como el teléfono, si lo tienes cerca lo coges. Con el tabaco pasa lo mismo, no veas los paquetes, déjalos en el sitio específico de fumar y evitarás la tentación.
Trucos
Recuerda tener cerca las listas que hiciste para dejar el tabaco y el plan en el que programaste la forma de bajar de cigarros. Si no lo haces por tu salud, hazlo por tu bolsillo. Suma el dinero que te estás ahorrando y con el que puedes comprarte otras cosas que no sean nocivas.
Una buena forma de no volver a fumar nunca más es hacer cosas que antes no podías por culpa del tabaco. Juega con tus hijos sin oler a humo. Sal a correr y haz ejercicio. Al no tener humo en tu organismo tu corazón y pulmones comenzarán a funcionar mejor por lo que realizar deporte será mucho más sencillo.
Para ese mono irrefrenable de fumar debes tener caramelos, frutos secos o algo que te mantenga entretenido. Cuando quieras fumar, bebe agua y haz otra cosa.
No es bueno que tomes alcohol, o bebidas que te exciten, porque te entrarán más ganas de fumar. Lograrlo está en tu mano y si no puedes, pide ayuda.